Para muchos visitantes, un viaje a Colonia, al suroeste de
Alemania, se reduce a una visita fugaz de un par de días (como mucho), lo
suficiente para visitar la magnífica catedral, la ciudad antigua y relajarse
paseando por la ribera el Rhin, al borde de la ciudad antigua, para degustar un
sabroso codillo en una de las innumerables terrazas de la zona. Sin entrar en detalle
en los otros muchos atractivos que ofrece la ciudad para los visitantes con
algo más de tiempo y curiosidad, en esta ocasión me voy a centrar en la visita
que me llevó el pasado fin de semana a visitar un tramo del Rhin central,
concretamente el que va desde Colonia a Koblenz, unos 80Km al sur. Bien es
cierto que Colonia se encuentra un poco “aislada” de los destinos turísticos por
excelencia del Norte y Este del país (Berlín, Múnich, la selva negra o incluso
Hamburgo están a varias horas en coche),
pero no es menos cierto que la situación de Colonia, prácticamente al borde de
la frontera Holandesa y Belga (de la que la separan apenas 80Km), los innumerables parques naturales que hay en
la región de Renania del Norte (entre los que destaca el de Eiffel), los
pueblos pintorescos (con Monschau posiblemenete a la cabeza por su belleza y el entorno en el
que se encuentra) y los numerosos balnearios que han crecido alimentados por
las aguas de los ríos Ahr y Mosel, en los valles que llevan sus nombres, hacen
que el viajero pueda conocer ésta región Alemana al margen del bullicio y
algarabía propia de Colonia, ofreciendo una visión más completa de lo que este
Lander representa.
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Panorámica del valle del Rhin |
El tramo del Rhin central abarca desde Colonia hasta Mainz,
a unos 160Km al sur. El trayecto más atractivo es sin duda la segunda mitad del
mismo, el comprendido entre Koblenz y Mainz, y es que la carretera al borde del
Rhin se encuentra sembrada de numerosas fortalezas, castillos y tranquilos
pueblos donde parece que el tiempo se haya detenido muchos siglos atrás. El
viaje se puede hacer fácilmente en un fin de semana largo, ya que hay muchos
lugares que visitar, como Bacharach, St Goar, Boppard, Loreley, Bingen y la
misma Mainz entre otros muchos. En ésta ocasión sin embargo me voy a centrar en
el primer tramo del recorrido por el Rhin central, el que lleva hasta Koblenz,
lugar de confluencia de los ríos Mosel y Rhin.
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Deutsches Eck, en Koblenz |
El recorrido, tanto el parcial como el completo, se puede
hacer empleando varios medios de transporte. Hay cruceros que hacen el
recorrido completo, partiendo desde Basel en Suiza; una opción romántica, pero
extremadamente cara. Serpenteantes carreteras discurren paralelas al curso del
agua, por lo que un recorrido en coche o moto (o mejor aún en bicicleta), te permitirá
parar en todos aquellos lugares que llamen tu atención, que sin duda serán
muchos. Yo he realizado esta excursión en varias ocasiones y cada vez voy
parando en sitios distintos, y siempre, al menos hasta la fecha, he descubierto
algo nuevo e interesante. Te invito pues a que descubras ésta bonita región por
ti mismo, al margen de guías, simplemente dejándote llevar por el curso del río
y la brisa que lo acompaña, no te arrepentirás.
Sin pararnos mucho en Bonn (visita más que recomendada si
viajas a Colonia, ya que se encuentra a sólo media hora en tren y ofrece muchos
lugares interesantes para visitar, más aún para los amantes de la música y del
gran Maestro Beethoven), nuestra excursión nos lleva por la orilla derecha del
rio (en dirección contraria a la desembocadura de las aguas), visitando lugares
tan interesantes como:
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Bonn, plaza central del Ayuntamiento |
- Königswinter:
pequeña población bañada por el Rhin, a unos 40Km al sur de Colonia, situada al
pie de la cadena de las siete montañas y donde destacan su antigua fortaleza de
Drachenfleds, que ofrece una vistas
espectaculares del valle del Rhin y a la que se puede acceder mediante un tren
de cremallera o andando, para los más “aventureros”. La calle central ofrece
una animada vida por la tarde, así como el paseo ribereño, sembrado de terrazas
donde tomarse un respiro y ver la vida pasar, como agua que se lleva el rio.
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Fortaleza de Drachenfelds |
- Linz,
pintoresco pueblo situado a 55Km al sur de Colonia, característica ciudad del
vino, con hermosas casas de paredes entramadas y vestigios de los antiguos
muros que protegían la ciudad. En los alrededores, los castillos de Ochenfels y Dattenberg vigilan, impasibles, el cambio de ésta ciudad del SXXI,
anclada en el SXVII.
- Bendorf, con
su castillo de los Principes de
Sayn-Wittgenstein vigilante desde lo alto de la montaña.
- Ehrenbreiststein,
suburbio de Koblenz en el margen derecho del rio, vigilando la desembocadura
del rio Mosela en el Rhin, y donde destaca la fortaleza Feste Ehrenbreitstein, a la que se puede acceder en teleférico desde
Koblenz o en coche, si aún no se ha pasado al otro lado del Rhin.
- Ya en la orilla izquierda, Koblenz marca la parada más larga del recorrido, un buen lugar para
pasear y tomar un buen almuerzo alemán. Lo más impactante de la ciudad es el
monumento Deutsches Eck, situado en
el lugar de confluencia de los ríos Mosel y Rhin, y donde destaca la estatua
ecuestre del emperador Guillermo I. La ciudad antigua guarda vestigios de su
pasado medieval, con un buen número de iglesias góticas en muy buen estado de
conservación, que bien merecen una visita. Lo mejor: dejarse perder por el
entramado de las calles de la ciudad antigua y descubrir todos los rincones que
la ciudad ofrece. En el muelle del Rhin se pueden tomar cruceros que por unos
8€ te llevarán por el Rhin y el Mosel, ofreciendo una perspectiva distinta del
valle y de la ciudad en un viaje de una hora y media de duración y que
recomiendo hacer, ¡si tienes tiempo para ello!
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Vista de Koblenz desde el puente del río Mosela |
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Deutscher Eck, desde un barco en el Mosela |
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Koblenz, casco histórico |
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Koblenz |
Emprendiendo el regreso hacia Colonia, llamará la atención del
viajero la ausencia casi total de puentes comunicando ambas riberas de este
coloso fluvial; el paso se realiza a través de barcazas que cruzan continuamente,
en los pasos señalados al efecto, de un lado al otro del río, trayecto que se
puede hacer embarcando el coche o la moto, o simplemente con la bicicleta.
Ya en la orilla izquierda, especial mención merecen:
- Sinzig,
con una importante iglesia románica y su conocido castillo de Sinzig; y
- Remagen,
puerta de entrada al valle del Ahr, donde destacan las viejas torres del
puente, con mucha historia detrás (algunos recordareis la película el Puente de Remagen) y un museo explicando
la historia y destrucción del puente de ésta localidad, creado para la guerra y
cuyo fin fue causado por la misma. Antes de abandonar el centro, un paseo por
la ribera del Rhin, bañada de terrazas y restaurantes, puede ser una buena opción,
después de visitar el puente de Remagen. A las afueras, la Apollinaris Kirche, preciosa iglesia franciscana en lo alto del páramo,
que ofrece unas vistas impresionantes del valle y la ciudad de Remagen, por no
hablar de la indiscutible belleza de la iglesia, tanto exterior como
interiormente. ¡Atento a los horarios de apertura! Si eres afortunado, incluso podrás
visitar su cripta.
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Remagen, vista desde la Apollinaris Kirche |
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Apollinaris Kirche, en Remagen |
Ni que decir tiene que el recorrido ofrece muchos más sitios,
panorámicas, castillos (o lo que queda de ellos) y experiencias por descubrir y
vivir, pero espero que al menos ésta pequeña reseña sirva para que ésta zona se
conozca un poco más y a alguno le pique el gusanillo para alargar un poco la
visita a Colonia. ¡Hasta la próxima!
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