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Indonesia, mucho por descubrir (Parte 1) - Jakarta y Kalimantan

        El momento había llegado. Después de un par de meses planeando el viaje y haciendo los preparativos, había llegado el día de partir hacia Jakarta. Un viaje con un doble objetivo: una semana de trabajo en la magápolis Indonesia  y casi un par de semanas de ocio visitando varias islas, algo difícil de explicar a los agentes de aduanas indonesios, y es que o visitas el país por negocios o lo haces por vacaciones... ¡parece ser que ambas actividades no son compatibles! El viaje se presentaba como una fascinante e imprevisible aventura ya que fiel a mi estilo, había preferido organizar el viaje por libre (mi eterna lucha contra los tours organizados que, en la mayoría de los casos, te llevan dónde y cómo quieren), lo cual tratándose de Asia siempre es un aliciente añadido (si te gusta la aventura, ¡claro!)

        La ruta que inicialmente planee era la siguiente: Jakarta, Kalimantan (parque nacional Tanjung Puting), Yogyakarta (Prambanan, Borobudur, Merapi y Yogya), Plateau Dieng, Bromo e Ijen Plateau. Después de analizar las opciones de viaje para desplazarme de un sitio a otro y considerando que si todo va bien tendré oportunidad de visitar de nuevo Indonesia en el futuro (o al menos eso espero, ¡porque me he vuelto con casi 2.000.000 IDR!), decidí modificar la ruta, tratando de perder el menor tiempo posible en los desplazamientos (o al menos combinarlos con actividades en otras zonas) - a modo de ejemplo, de Yogya a Bromo se tardan unas 10h en coche, y de Bromo a Ijen Plateau las comunicaciones son horribles, obligándote a pasar un par de días de ruta para visitar sólo un sitio que se encuentra en el extremo este de la isla de Java, así que decidí aplazarlo para otra ocasión (la zona es mucho más accesible volando directamente desde Jakarta). La ruta final fue:
  • Jakarta                            
  • Kalimantan: parque nacional Tanjung Puting
  • Yogyakarta: visitando la ciudad, el templo de Prambanan (y otros anexos), el templo de Borobudur y el volcán Merapi.
  • Blitar: ascendiendo al volcán Kelung y visitando el templo de Panataran.
  • Malang: de camino a Cemoro Lawang (monte Bromo) visitando el Candi Singosari.
  • Cemoro Lawang: un par de días en el monte Bromo
  • Ubud: tour intensivo por la isla de Bali para conocer los principales templos hindúes y otros atractivos de la isla.
       Una combinación de templos y naturaleza, dejando la visita a las playas y a los paraísos de buceo para otra ocasión futura (cuando entre otras cosas consiga sacarme la licencia PADI de buceo en aguas abiertas, ¡que se me resiste por falta de tiempo!)

      Antes de comenzar con la crónica del viaje, unos cuantos datos sobre la organización del mismo en lo relativo a hoteles, transporte, moneda y requisitos de entrada al país:

           Entrada en Indonesia

 

         Para los poseedores de un pasaporte Español no hay necesidad de visado para entrar el Indonesia; únicamente se pide pasaporte con una validez mínima de 6 meses desde la fecha de entrada en el país. El pago de una tasa de entrada (35 US$) te permitirá estar en el país por una duración máxima de 30 días.

        No hay ninguna obligación de vacunarse, aunque se recomienda la vacuna de la profilaxis contra la malaria, entre otras, sobre todo si se tiene intención de transitar por selvas. Como no soy muy amigo ni de médicos ni de vacunas, obviamente no me vacuné. Un buen repelente de mosquitos ayuda bastante, aunque he de decir que aunque soy bastante propenso a las picaduras de mosquitos, en éste viaje no he sufrido ni una sola (no es tan fiero el lobo…) Durante la excursión en klotok preferí llevarme ropa de manga larga y transpirable para estar más cómodo y el resultado fue muy positivo (mejor protección que cualquier vacuna)
              

           Moneda


        La moneda indonesia en la Rupia Indonesia (IDR). En el momento de mi viaje se cambiaba en torno a 1€ = 15000 IDR. Todos los precios, como os podéis imaginar, tienen muchos ceros, así que hay que buscar algún truquillo. Yo más o menos consideraba que 100.000 IDR eran unos 7€, para ser conservativo. La gente se maneja con billetes, ya que las monedas tienen un valor nominal muy bajo y apenas se emplean (incluso resultan difíciles de encontrar). Hay billetes de 100.000 IDR, 50.000 IDR, 20.000 IDR, 10.000 IDR, 5.000 IDR, 2.000 IDR y 1000 IDR.
 

       Las monedas tienen un valor facial de 1.000 IDR, 500 IDR, 200 IDR, 100 IDR, 50 IDR y 25 IDR (0,001€). Estas últimas son difíciles de conseguir, ya que la gente no las maneja; yo pregunte en varios supermercados, y aparte de la cara con la que se me quedaban mirando, extrañados, al final sólo conseguí la de 25 IDR; la de 50 IDR queda pendiente para el próximo viaje.


 

           Hoteles


        La opción hotelera en Indonesia es amplia y variada: desde hoteles de súper lujo hasta albergues donde podrías dormir por menos de 10€ en una habitación simple (con baño propio). Cuando voy de viaje, lo que prima en mi decisión para alojarme en un hotel u otro es la situación del mismo (prefiero optar por hoteles bien situados y bien comunicados, aunque sean un poco más caros) y los servicios que ofrezcan (conexión a internet y en algunos casos, en función del destino, que tenga piscina). Los hoteles los suelo reservar a través de motores de búsqueda en internet o directamente en la web del propio hotel, si hay opción para ello. En todos los hoteles en los que me he alojado he tenido conexión wifi gratuita (mejor o peor, ¡pero al menos funcionaba!) y agua embotellada a discreción, algo de agradecer. Durante mi estancia en Indonesia me alojé en los siguientes hoteles:
  • Jakarta: Pullman Central Park hotel (2.200.000 IDR/noche). Muy buen hotel, con muy buenas instalaciones y servicios y una inmejorable oferta gastronómica. El desayuno era soberbio, con innumerables platos característicos de distintas regiones indonesias y una alta calidad. Un trato exquisito por parte del personal y unas medidas de seguridad un tanto exageradas para acceder al hotel complementan la experiencia. Las habitaciones son amplias y muy cómodas, están limpias y ofrecen todo tipo de comodidades, incluyendo conexión wifi gratuita, como cabría esperar de un hotel de estas características (¡y precio!) El hotel se encuentra en una zona de Jakarta conocida como Podomoro City, en Central Park; una zona que representa un pequeño oasis de "tranquilidad" dentro del caos que reina en la ciudad. Bien comunicado tanto con el aeropuerto como con el centro de la ciudad, ofrece acceso a un impresionante centro comercial desde el mismo hotel. Una opción muy recomendable, si tu presupuesto te lo permite. Yo, sin duda, repetiré en el futuro si tengo oportunidad para ello.
Vista de Jakarta desde la habitación del hotel
El hotel Pullman Central Park


Centro Comercial Central Park
  • Pangkalan Bun: hotel Gran Kecebung (450.000 IDR/noche). Únicamente pasé la noche previa a la excursión en klotok. Pangkalan Bun no ofrece nada al viajero, y éste era de los mejores hoteles de la zona y no me defraudó. Una habitación amplia y bien equipada, con una cama muy cómoda y un aseo limpio y con todas las comodidades. Una bonita piscina y la acogedora terraza del restaurante al borde de la misma completan la oferta de este hotel de paso, otro oasis dentro del desierto que simboliza Pangkalan Bun. El personal no es el punto fuerte de este hotel, pero tampoco te amargarán la estancia. El restaurante tiene una carta muy reducida, pero como Pangkalan Bun no ofrece nada mejor (por más que busqué al final me tuve que rendir y regresar al hotel para cenar), es una buena opción para cenar un buen nasi goreng aderezado con algún que otro ingrediente extra, a gusto del consumidor. El desayuno en la línea de la cena: poca variedad pero al menos lo poco que ofrecen estaba bueno.


  • Yogyakarta: hotel Malioboro Fortuna Dafam (430.000 IDR/noche). Situado en la zona norte de la ciudad, a unos pasos de la animada calle Malioboro y a apenas 15 minutos andando de la estación de tren, ofrece unas instalaciones correctas. Posee una piscina en la azotea del edificio (más que piscina, por la profundidad de la misma que no sobrepasa el metro, sería más correcto referirse a ella como una bañera muy grande), un buen lugar para ver un atardecer en Yogya. El desayuno buffet ofrece una mezcla de platos de la tierra (donde nunca falta el arroz y otras especialidades regionales) y otras opciones más occidentales (cereales, tostadas, fruta). Las habitaciones son amplias, aunque la limpieza del cuarto de baño deja algo que desear, el punto negativo de la estancia. Conexión wifi gratuita que funciona correctamente y un personal amable.
Yogya vista desde la piscina en la azotea del hotel
  • Blitar: hotel Patria Palace (300.000 IDR/noche). Escogí el hotel únicamente porque estaba al lado de la estación de tren (y porque Blitar tampoco ofrece muchas más opciones....). No repetiría (ni en Blitar ni en este hotel). El personal era incapaz de hablar una sola palabra de inglés, el desayuno era muy pobre y las habitaciones demasiado pequeñas incluso para una persona viajando sola (sin espacio para las maletas). Al hacer el check out vi la hoja de entrada en el hotel y observé que habían falsificado mi firma, ya que yo no había firmado ningún registro. La calidad del sueño también es cuestionable.  
  • Malang: hotel Kertanegara Premium Guest House (315.000 IDR/noche). La sorpresa positiva, en cuanto a hoteles se refiere, del viaje. Al ser un Guest House imaginaba que se trataría de una pequeña pensión de trato familiar, pero nada que ver; es un hotel en toda regla, de alta calidad, que ofrece unas habitación muy amplias y cómodas, en un entorno espectacular (el hotel es como una mansión antigua) y donde todo funcionaba correctamente. El personal atento y competente. Como puntos negativos, las toallas del baño, demasiado usadas (algo tan fácil de solucionar, y ¡qué mala impresión causa al viajero!) y el hecho de que el restaurante (exquisito, todo hay que decirlo) no esté en el mismo hotel, si no que haya que andar una media hora para llegar a él (o coger un taxi), pero la experiencia gastronómica merece la pena. Un hotel altamente recomendable y muy económico.
  • Cemoro Lawang: Cemara Indah hotel, (450.000 IDR/noche) La localización del hotel, en el mismo borde del labio de la caldera y el mar de arena, es el único motivo para acudir a éste hotel, regentado por el pariente indonesio de D. Vito Corleone, que no ofrece ningún tipo de servicio al viajero; las habitaciones están descuidadas y viejas, del baño mejor ni hablar, sin agua caliente y con una ducha que no es tal. Un precio excesivo por unas instalaciones y servicios muy deficientes (es lo que tiene tener la clientela asegurada por la excelente situación en este maravilloso paraje natural) No te dejes convencer por la palabrería del amigo Isa, el dueño, que te ofrecerá todo tipo de servicios para las excursiones y tratará de convencerte de que su precio es el mejor de la zona; mejor comparar y preguntar antes de contratar nada. Internet solo disponible en las zonas comunes. Te cobrará un 3% adicional si decides pagar con tarjeta de crédito. El desayuno es, como el resto del hotel, mejorable, pero después de levantarte a las 03:00am para ver amanecer, ¡te comerás lo que te pongan con sumo placer!
Desde el hotel se tiene la misma vista (desde un poco más arriba y más lejos)
  • Ubud: hotel Kamandhani Cottage (435.000 IDR/noche). El hotel, como hotel, es aceptable. Las habitaciones son amplias y cómodas, con una buena conexión gratuita a internet y un aire acondicionado muy silencioso y eficaz. El baño es amplio y la limpieza correcta. El desayuno, sin ser de los mejores, es aceptable y puedes tomar unos pancakes hechos en el momento y a tu gusto con los ingredientes que elijas. Como punto negativo que te cobran un 3% de recargo si pagas con tarjeta de crédito y su localización, demasiado alejado del centro (en la página web pone que a unos 15min. andando, pero en realidad es una media hora de caminata) y situado en un callejón de dudoso acceso, oscuro y sin pavimentar, al sur del bosque de los monos.

          Transporte


        Indonesia es un país enorme, compuesto por miles de islas (¡más de 17.500 según la Wikipedia!) En Java, la isla principal que alberga a cerca del 80% de la población del país, cifrada en unos 237 millones de personas (siendo el cuarto país más populoso del planeta), las distancias son enormes, y no siempre resulta fácil o posible moverse en avión. Si a ello le sumamos el caos de tráfico que reina en todas las islas (en mi opinión debe haber más motos que habitantes), es recomendable dedicar algo de tiempo antes del viaje para analizar las distintas opciones de transporte.
  • Avión
       Lógicamente, mi medio favorito para desplazarme en distancias medias/largas, pero las comunicaciones no son siempre fáciles en Indonesia. A ello se une el hecho de que la mayor parte de las compañías que operan en la zona (con excepción de Garuda Indonesia y AirAsia) no admiten el pago con tarjetas de crédito europeas (no indonesias en general). Después del abuso sufrido por come2indonesia, que cargan hasta aún 15% por la emisión de billetes internos en Indonesia con la excusa de que todas las tasas están incluidas (algo falso ya que las tasas de aeropuerto se pagan en el momento de embarcar), decidí investigar por mi cuenta y di con la compañía www.nusatrip.com, que ofrece billetes de avión al mismo precio que las compañías indonesias y acepta pagos con tarjetas de crédito europeas. Una opción recomendable si quieres ahorrarte dinero reservando los vuelos con antelación para evitar sobresaltos en tu presupuesto de viaje. Mención aparte merecen las referidas tasas de aeropuerto, que has de pagar en todos los vuelos, oscilando entre las 11.000 IDR del aeropuerto de Pangkalan Bun hasta las 75.000 IDR de Bali, para vuelos internos, o las 150.000 IDR para vuelos internacionales partiendo de Jakarta. Durante mi viaje he volado con Kalstar, Trigana AirWings Air y AirAsia y la experiencia, obviando las cancelaciones y cambios en los horarios de los vuelos (únicamente para aquellos que fueron reservados por come2indonesia, que raro…), ha sido bastante positiva, ya que los vuelos han sido puntuales y el servicio a bordo es correcto (incluso para vuelos cortos recibes una cajita con agua, un bollo y un snack local).
 
  • Tren
El vagón del Malioboro Express
       Las comunicaciones ferroviarias no están muy desarrolladas en Indonesia. Sólo lo empleé para desplazarme desde Yogya a Blitar, ya que era la opción más cómoda (que no barata) y me ofrecía hacer un par de escalas para visitar algunas zonas antes de llegar al Bromo, que era el objetivo final. Compré mi billete por internet (www.tiket.com), y con el localizador fui a la estación de Yogya para obtener el billete ya que por la página web no pude. Ningún problema ni con la reserva, ni con el pago ni con el trayecto en sí: compré clase Executive (250.000 IDR), siguiendo la recomendación de algunos bloggeros y el vagón, sin estar lógicamente a la altura de un primera clase en un AVE, Thalis, ICE o similar, era confortable (para mi gusto con un exceso de aire acondicionado, que a esas horas de la noche no hacía falta...por fortuna te dan una manta como en los aviones, a la que di buen uso), espacio más que suficiente para las piernas, asientos reclinables, servicio de bar y lo más importante, ¡puntual!
 

  • Coche – taxi
       La idea inicial era alquilar un coche para moverme libremente en mi visita a Bali. Finalmente, después de comprobar cómo era la conducción en Java y la falta de indicaciones en las carreteras, como el tiempo en Bali iba a estar muy limitado y para ir más relajado decidí contratar los servicios de una compañía de coches con conductor. Hay muchas opciones en la web, y los precios son similares (en torno a los 50€/día, con gasolina y conductor), pero yo me decidí por www.ubudtaxi.com, básicamente porque se adaptaron perfectamente al itinerario que les solicité, me llevaron al aeropuerto el último día y no cobraban días completos por medios días, como hacían otras compañías. La experiencia en general fue positiva, aunque he de mencionar que el conductor del segundo día era un tanto novel, y al menos en dos ocasiones tuvimos que volver sobre el camino recorrido para encontrar la ruta correcta al próximo destino. Para tratarse de una empresa de transporte que sólo opera en Bali, no parecía conocer muy bien la isla.

      Taxi sólo he usado cuando no había más remedio, principalmente para hacer el trayecto del aeropuerto o estación de autobús de turno al hotel. Siempre he cogido taxis "oficiales" con taxímetro y en los trayectos cortos no he tenido ningún problema (en los trayectos más largos la cosa cambia, pero ya contaré a continuación) Si bien siguen siendo baratos, comparados con los precios europeos, es la opción más cara para moverte, sobretodo en distancias grandes. Si tienes en cuenta los tremendos atascos y el caótico tráfico, posiblemente no sea la opción más recomendable para desplazarte a diario (aunque sí la más “cómoda” – por aquello de ir sentado – y refrescante, ya que los taxis oficiales suelen estar equipados con aire acondicionado).
  • Ojek
      O moto con conductor. Es una opción económica (dependiendo de tus habilidades negociadoras), rápida (evitas – más o menos – los atascos) y flexible. Como contrapunto, tienes que estar dispuesto a asumir el riesgo que supone viajar como paquete en una moto de baja cilindrada (no suelen superar los 125/150cc), conducida por un perfecto desconocido y en unas condiciones de tráfico en la que reina la ley del más fuerte (¡que puede que no sea tu conductor en alguna ocasión!) Yo lo he usado habitualmente, y si bien he tenido algún "sustillo" y más de una vez estuve a punto de decirle al conductor que prefería llevar la moto yo mismo, la verdad es que la opción me ha convencido y lo he usado muy frecuentemente (¡te tiene que gustar la aventura!)
 
Viajando en Ojek...¡en el mejor de los casos con casco!
  • Becak
       Son triciclos en los que viajas en la parte delantera. En el mejor de los casos tienen un motorcillo, pero muchos de ellos funcionan por tracción humana. Los he usado poco y en trayectos muy cortos y en este caso he de reconocer que si funcionaban a pedales no he regateado mucho el precio que me pedían: suelen llevarlos personas mayores y no me sentía con ganas de regatear por, en el peor de los casos, un par de euros. Son más caros que los ojeks (aunque permiten que viajen dos personas), más cómodos, románticos e increíblemente lentos, por lo que no han sido mi opción favorita; aún recuerdo al pobre hombre que me llevó de Borobudur a Medat, que tuvo que bajar a empujar en un repecho porque no podía, y me sentí fatal sentado al frente a modo de esclavista o "rico" sin escrúpulos - es mi opinión personal, ¡¡que no se ofenda nadie!! - y ellos no te permiten bajar en esas condiciones para ayudar, no sé muy bien por qué...
 
  • Bus
      Los hay de todo tipo. Los conocidos como PATAS son los autobuses a los que estamos acostumbrados en Europa. Son cómodos, relativamente nuevos y con aire acondicionado. Luego están los minibuses, autobuses interurbanos para distancias medias/cortas, que no tienen aire acondicionado, no se rigen por horarios fijos (salen cuando se llenan, básicamente), permiten fumar en el interior y no resultan muy cómodos. Yo los he empleado para distancias inferiores a una hora de duración y ese sería mi límite. Y finalmente, los bemos, la clase más baja (y barata) de autobuses, unos microbuses donde la gente viaja amontonada, incluso colgando fuera del habitáculo del bus, sin paradas específicas (si ves uno y la ruta te cuadra, das una voz y el conductor frenará en seco para recogerte). Son muy similares a los que te encuentras en América del Sur. Yo en este viaje no los he utilizado.

      En Yogya me ha gustado mucho cómo funciona el TransYogya, un servicio de autobuses urbanos (que también sirven al aeropuerto o Prambanan, por poner un par de ejemplos), económicos (3.000 IDR a cualquier destino, independientemente del número de transbordos que tengas que hacer para alcanzarlo), con aire acondicionado (o algo parecido), relativamente nuevos y cómodos (ha sido mi principal medio de transporte para moverme por Yogya y nunca he tenido que esperar más de 10 minutos a que llegara uno). Como punto negativo, el número de paradas que tiene la red no es muy amplio (sólo se accede y se desembarca del autobús a través de unas plataformas elevadas), lo que limita un poco su utilización.  
 

            El viaje


      El vuelo de ida me llevaría desde Frankfurt a Jakarta vía Kuala Lumpur, con Malaysia Airlines en un Boeing 777 (no soy supersticioso para estas cosas): a nivel gastronómico la oferta de Malaysia Airlines es muy atractiva, pero el trato al pasajero y la calidad de la cabina y entretenimiento abordo me decepcionó un poco, más tratándose de una compañía asiática que suelen tener por bandera un trato exquisito a todos sus clientes. Pero pude ver un par de películas entre servicio de comida y comida (entre ellas la de “ocho apellidos vascos” en V.O, que pese a las numerosas críticas positivas recibidas en España no consiguió arrancarme muchas sonrisas)

        El primer contratiempo surgió incluso antes de partir, ya que la compañía con la que había contratado la excursión en klotok en Kalimantan me notificó que mi vuelo de llegada a Pangkalun Bun había sido cancelado. Un serio problema, ya que todo el viaje giraba en torno a la idea de visitar los orangutanes en Tanjun Puting y todo había sido planificado con esa actividad como estrella polar. La incertidumbre me acompañó las 12 horas de vuelo hasta KLIA, donde mis temores se vieron confirmados al acceder durante la escala a mi correo y comprobar las opciones ofrecidas por la compañía organizadora del tour: me ofrecían viajar el mismo día pero por la tarde (mi vuelo inicial era por la mañana, para poder visitar la primera reserva ese mismo día), perdiendo un día de tour, pero por supuesto al mismo precio. Primer punto negativo para la empresa organizadora, come2indonesia, que no dejarían de acumular puntos negativos hasta el final de sus servicios... ¡un desastre organizativo sin parangón! Con esa incertidumbre e indignación por lo acontecido afronté mi semana de trabajo en Jakarta. Durante cinco días tenía que abstraerme de mis próximas vacaciones y abandonar la idea de volcanes, orangutanes y templos para centrarme en el principal objetivo del viaje.

          Jakarta


Jakarta y Central Park desde el pasillo de la planta 20
         Me alojé en el hotel Pullman Central Park, en la zona conocida como Podomoro City en Jakarta, que se encuentra en una zona céntrica (si se puede hablar de “centro” en Jakarta, la undécima ciudad más poblada del planeta con cerca de 9 millones de habitantes, que se duplican si consideramos a quienes habitan en el área metropolitana) y bien comunicada con el aeropuerto (esto en Indonesia significa casi una hora de trayecto), que sería mi centro de trabajo durante toda la semana. Lo mejor, sin duda, el desayuno, con una variedad exquisita de platos (ofreciendo un menú renovado todos los días) de cocina Indonesia, japonesa, China y occidental. Un placer para los sentidos y para comenzar bien el día. De mi primera semana en Indonesia desgraciadamente tengo poco que contar: los días transcurrieron como lo hacen habitualmente cuando viajas por motivos de trabajo. La temprana hora a la que anochece en Java (en torno a las 6 de la tarde) y el caótico tráfico de la ciudad (atascos inevitables e interminables pese a la pericia del conductor que me asignaron durante mi estancia) no me permitieron más que una corta visita nocturna a los lugares más representativos de Jakarta:
 
  • la plaza Merdaka, coronada por un obelisco que conmemora la independencia de Indonesia, flanqueada por la mayor mezquita de la ciudad (la Mesjid Istiquial, finalizada en 1978 y diseñada por un arquitecto católico), justo enfrente de la catedral cristiana, que data del año 1901. Este detalle llamó mi atención y al preguntar por ello, mi anfitrión me respondió que ellos no tienen problemas con otras creencias religiosas y que las respetan. Puede parecer lo normal, pero en un país mayoritariamente musulmán (Indonesia es el país con mayor población musulmana a nivel mundial), hay que valorar este respeto mutuo con suma importancia. Una lección de convivencia, una nueva lección aprendida.
El obelisco en la Plaza Merdaka
En la mezquita Mesjid Istiquial


La Catedral Católica de Jakarta



















  • El barrio chino (Glodok): la comunidad China es muy numerosa en Indonesia, y pese a poseer la mayor parte de los negocios de restauración de la lujosa zona del puerto nuevo, siguen viviendo en este barrio tradicional que les acogió a su llegada al país. Mercados callejeros, calles estrechas y una jauría de vendedores se agolpan tratando de hacerte su mejor oferta.
 
  • la ciudad antigua: el germen de Jakarta no es más que un conglomerado de ruinas, pobreza y suciedad. La zona alberga el primer hotel de la ciudad, que sin ninguna duda vivió tiempos mejores, y el primer puente que se construyó en la ciudad como iconos destacados, por mencionar alguno, de esta zona. Al abrigo de los asientos de cuero y bajo el anonimato que me otorgaban los cristales tintados de la limusina que me trasladaba, viendo a toda aquella gente viviendo en condiciones infrahumanas, me preguntaba cuál sería el criterio que marcaría la diferencia para estar a un lado u otro del cristal...no es la primera vez que me lo pregunto, y lógicamente aún sigo buscando la respuesta. Pese a todo, una sonrisa nunca falta en el gesto de los indonesios cuando tu mirada se cruza con la suya en la calle; ante tal comportamiento solo puedo expresar mi más profundo respeto y admiración por este pueblo.

      En Jakarta también tienen la línea de autobuses TransJakarta, similar a la de Yogya (en este caso el precio es de 4.000 IDR) y que te permite hacerte una idea de la ciudad si tu tiempo es limitado, ya que discurre por las principales arterias del centro de la ciudad.

Aparentando normalidad antes de probar el durian
El durian...interesante fruta
        Otro de los momentos interesantes que dejó mi visita a Jakarta fue el descubrimiento de una nueva fruta, el durian. De fuerte olor (yo no diría que huele mal, aunque lo cierto es que el olor impregna toda la estancia...de hecho la mayor parte de los hoteles lo tienen prohibido en su menú por esta circunstancia, para el desconsuelo de los indonesios que lo consideran en su mayoría como el mayor de los manjares que pueden comer, solo reservado a ciertos días especiales, ya que el precio es elevado – 35.000 IDR/kg), con una gruesa cáscara, el aspecto que ofrece al abrirlo no es mucho mejor y no invita en absoluto a su degustación. La situación no mejora cuando tomas uno de los pedazos en tus manos y compruebas su tacto pringoso...y en esa situación piensas que lo peor puede estar por llegar, ya que ¡aún tienes que probarlo! Me resulta difícil, por no decir imposible, describir el sabor, pero después de haberlo probado sí puedo decir que mi paladar no está acostumbrado a esos matices y que, si de mí depende, no creo que vuelva a probarlo de nuevo. Mis anfitriones me comentaron que tiene un altísimo contenido en alcohol, pero que al ser de origen natural no está prohibido por el Corán y por lo tanto lo pueden tomar. Interesante, ¡alguno se fue a dormir más contentó de lo habitual!







        Kalimantan – Parque Nacional Tanjung Puting


       El final de la semana de trabajo coincidió con el comienzo de mis vacaciones, ya que por la cancelación del vuelo original a Kalimantan, tuve que cambiar mis planes iniciales de pasar la tarde del viernes en Jakarta para descubrirla un poco más en detalle, para volar esa misma tarde a Pangkalan Bun y pasar noche allí, para evitar perder el primer día del tour. La confirmación del vuelo de ida (con un pago adicional de 25€ a la empresa organizadora... ¡me cancelan el vuelo y encima tengo que pagar más!) llegó acompañada por la confirmación del cambio en el horario del vuelo de vuelta, que se anticipaba, lo que obligaba a abandonar antes el tour. En definitiva, un paquete de 3D/2N se había convertido en un 2D/2N escaso, algo que la empresa organizadora no asumió ni reconoció.
 
Interior del aeropuerto de Jakarta, terminal doméstica
        El aeropuerto de Jakarta es uno de los más originales en los que he estado. Es un aeropuerto abierto (no está formado por salas cerradas) que sigue la construcción tradicional javanesa, simulando una casa tradicional. Compuesto de dos terminales (una para vuelos domésticos y otra para los vuelos internacionales, comunicados por un servicio de autobús gratuito, ya que se encuentran distantes entre sí) que pronto serán tres ya que hay una nueva terminal en construcción.
 
      Pangkalan Bun es el típico sitio de paso. No tiene nada que ofrecer; es más, no ofrece nada. Me atrevería a decir que todos los que pasan una noche allí es por necesidad para empezar un tour de orangutanes al día siguiente o un tour más largo por el interior de Borneo. Me alojé en el hotel Gran Kecebung, en cuya piscina por fin me pude dar mi primer baño en tierras indonesias bajo un cielo estrellado.

Un klotok típico de la zona
      A la mañana siguiente, puntual a su cita, una persona se presentó en el hotel para trasladarme al klotok. Comenzaba la aventura. Un klotok es una embarcación fluvial de madera, de dos plantas: la inferior está ocupada por la tripulación (compuesta en nuestro casó por el capitán, su mujer que hacía las veces de cocinera, el hijo de ambos, un niño de unos diez-doce años que era un fenómeno localizado animales entre la vegetación de la selva mientras el klotok subía por el río contracorriente; y el guía del tour), y la superior para los pasajeros, con una cubierta que hacía las veces de comedor, estancia de relax (los pocos momentos que tuvimos porque debido a la escasa duración del viaje no pudimos disfrutar mucho de las "instalaciones" de la embarcación) y dormitorio: después de la cena se desplegaban unos colchones con sus correspondientes mosquiteras para evitar la entrada de inquilinos no deseados, ¡todo bien preparado!
 
Nuestro klotok acondicionado para dormir, al amanecer
        A pesar de tener una bombilla en el techo, no hicimos uso de la misma ya que era un auténtico imán para los mosquitos y otros insectos en la oscuridad, así que las velas nos proporcionaron la luz que necesitábamos para cenar. Un pequeño aseo y una especie de ducha (sin agua corriente...todo era agua del río, con un cubo y una manguera como única ayuda) completaban las instalaciones de nuestra particular embarcación al más puro estilo de la "reina de África", nuestro hogar durante los próximos dos días. El tour incluía tres servicios de comida al día y la visita a los tres refugios de orangutanes del parque Tanjung Puting. Este parque nacional tiene por objeto la protección, conservación y rehabilitación de orangutanes, que viven en completa libertad dentro de la reserva natural, a los que se les ofrece una comida diaria (compuesta únicamente por plátanos) para ayudar a los más débiles en su proceso de adaptación a la vida en libertad.
 

      El primer día, debido a que tuvimos que esperar a mis compañeros de aventura (su vuelo había sido cambiado...retrasado en esta ocasión...), a que tuvimos que arreglar un desaguisado más causado por la empresa organizadora ya que al parecer nadie había informado al guía que en el barco viajábamos tres personas y a que la duración del viaje al primer refugio variaba según le preguntaras al guía (lo que inicialmente debería durar 1,5 horas luego fueron dos horas y al final 2,5horas...¡al parecer nuestro klotok era el Ferrari de los klotoks y todos los demás nos adelantaban! otro puntito más para el organizador…), cuando llegamos a la primera reserva de Tanjun Harapan la hora de la comida ya había comenzado hacia un buen rato y temimos no ver ningún orangután.
 

Un macho nos observa en Tanjun Harapan
     
         Afortunadamente no fue así, y pudimos ver hasta doce ejemplares distintos, incluyendo un macho de unos 80kg y varias madres con crías. Increíbles criaturas, te cautivan desde el momento en que los ves: están perfectamente jerarquizados (a pesar de que suelen ser bastante solitarios), de modo que es difícil ver a varios orangutanes que no sean de la misma familia comiendo juntos. Cuando los más fuertes y jóvenes han saciado su apetito, los mayores o las madres con sus crías tratan de encontrar comida entre los restos dejados por sus compañeros. Los orangutanes se mostraban curiosos ante nuestra presencia, pero recelosos: no se acercaban, aunque hubiera comida cerca,  parece que nos tienen miedo (hacen bien, yo también temo al hombre) Permanecimos un rato más a solas con los orangutanes cuando el resto de las excursiones se marcharon, pero la actitud de los orangutanes no cambió. Finalmente les abandonamos, ya que la noche comenzaba a caer y era tiempo para que las crías descansaran.
 
 
 
 

El macho del grupo
El más pancho del grupo, ¡tiene pinta de estar cómodo!
      De vuelta al klotok la naturaleza nos obsequió con un atardecer espectacular, que tampoco se quisieron perder los macacos y monos narigudos, encaramados en las ramas altas de los árboles miraban hacia la puesta de sol, tal vez maravillados por tan grandioso espectáculo. Una vez atracamos, una estupenda cena de cocina local puso el punto final a nuestro primer día de aventura en Kalimantan. Con el ruido de la jungla como banda sonora nos dispusimos a pasar la noche en el klotok, noche que iba a ser corta ya que el amanecer nos despertaría con su cálida luz.
 
Un grupo de monos narigudos contemplan el atardecer
 
El atardecer a bordo de nuestro klotok
 

Mono narigudo

Sin palabras...

¡Así da gusto desayunar!
        Repuestos y aseados como pudimos, después de un buen desayuno local, llegamos a la segunda reserva, Pondok Tanggui. Esta vez llegamos antes de la hora programada de comida, que era a las 9am. Los minutos pasaban y los orangutanes no aparecían. En la reserva había más de 150 ejemplares y ninguno acudía a la llamada de las "golosinas". Numerosas excursiones comenzaron a abandonar el lugar pasada la media hora. A mí me pareció extraño porque tampoco había mucho más que hacer en el klotok y había tiempo más que de sobra para llegar a la tercera y última reserva, pero nosotros permanecimos, junto con los pasajeros de otra embarcación. En torno a las 10am se comenzaron a adivinar movimientos en las ramas de los árboles al fondo. El momento en que los orangutanes aparecen de entre la espesura de los árboles es indescriptible. Desplazándose de rama en rama, lentamente, haciendo oscilar los árboles y sus ramas para acercarse a las adyacentes, una coreografía de movimientos asombrosa. Un momento único. Finalmente tuvimos la recompensa a la espera, aunque en ésta ocasión sólo tres ejemplares acudieron al almuerzo, pero la espera mereció la pena.

 
La foto de la foto












Un pequeño orangután en actitud reflexiva


       De vuelta al klotok, seguimos remontando el río Sekonyer, asombrados por la fauna local y la exuberante vegetación, mientras saciábamos de nuevo nuestro apetito con otra comida local a base de pollo y arroz. También hubo momentos para relajarse a bordo del klotok
 

Remontando el río Sekonyer
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 


 
      La última reserva, Camp Leakey, es la más conocida, populosa y visitada, ya que numerosas excursiones de un solo día la usan como destino. Es la primera reserva que se creó, la original, y hoy es hábitat de una población de unos 450 orangutanes. Cuando llegamos, no éramos los primeros ni mucho menos. Decenas de personas se agolpaban para contemplar el espectáculo, observados por un macho menor de unos 100kg, que desde su posición parecía estudiar y analizar nuestros movimientos.
 
     En esta ocasión no hubo que esperar; numerosos ejemplares esperaban desde sus posiciones en lo alto de los árboles a que el macho diera la señal de salida. Sólo cuando él se hubo saciado, los demás comenzaron a bajar, una coreografía de descensos y ascensos, ya que la mayor parte de ellos solo cogen el alimento para comerlo al abrigo dela seguridad que les brindan las ramas de los árboles. El momento mágico e inolvidable de la excursión llegó al final, cuando sólo quedábamos de nuevo una decena de personas. Una de las orangutanes, juntó con su cría, decidió salir caminando por la zona en la que nos encontrábamos; tratamos de seguirla, pero se mostró asustadiza y al menor movimiento brusco no dudó en desaparecer entre la espesura de la vegetación. Entre tanto, un joven juguetón se entretenía saltando de rama en rama buscando las golosinas que le habían escondido por los árboles; fue curioso y muy gracioso ver cómo se las apañaba para alcanzar su premio, evitando a toda costa cualquier aproximación a los que allí nos encontrábamos. Haces bien en mostrarte tan cauto, pequeño orangután.
 
 

        No fue esta la mejor sorpresa de la jornada, ni la última, ya que de camino al klotok, en el muelle esperaba a los rezagados del grupo (es decir, a nosotros y un par de embarcaciones más) un orangután hembra con su cría en brazos, como queriendo darnos la despedida. Nunca imaginé poder estar tan cerca de uno de estos primates, he de reconocer que se me puso la carne de gallina al verme allí en tan grata compañía. Por precaución, para que no se sintiera amenazada por su cría, mantuvimos la distancia (no suficiente a juzgar por la insistencia de los guías para que nos alejásemos más... ¡cómo pueden pedir que nos alejemos en una situación así!). Un momento único, seguramente el momento del viaje.
 


 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
       Obligados por el caer de la noche tuvimos que embarcar de nuevo y emprender el camino de regreso río abajo para ir concluyendo nuestra experiencia.
 

El pez gato pescado por la tripulación
        Antes de acostarnos aún tuvimos tiempo para un susto de última hora, ya que un potente chapoteo se escuchó en el río, seguido de gritos por parte de la cocinera y el capitán subiendo a nuestra cubierta con una linterna iluminando las aguas de un río repleto de cocodrilos. Nuestro primer pensamiento fue que el niño se había caído al agua. Afortunadamente no fue así, sino que un pez gato de unos 10-15kg había mordido el anzuelo; las maniobras para sacar semejante ejemplar del agua ocuparon nuestros últimos momentos del día antes de refugiarnos de nuevo en nuestras improvisadas camas al abrigo de las estrellas.

        Sin tiempo para más, un nuevo amanecer nos sorprende a bordo del klotok. Momento de recoger los bártulos y emprender el camino de regreso a nuestro punto de partida un par de días atrás. La aventura toca a su fin.
 

 
         Si tuviera que valorar a los distintos actores involucrados en la experiencia del klotok, mi valoración sería la siguiente:
  • Klotok: resulto ser muy, muy lento (comparado con otros klotoks), pero la verdad es que al final pudimos ver todo lo que queríamos. Las instalaciones y la experiencia respondieron a las expectativas. Echamos de menos una toma de corriente en el barco, como vimos en otros klotoks, más que nada por cargar la batería de la cámara y los móviles.
  • La tripulación: siempre se mostraron muy discretos y en ningún momento nos sentimos incómodos con ellos. Las comidas, al menos a mí, me gustaron y eran abundantes (vamos, que hambre no pasas)
  • El guía: el amigo Chris resultó ser un poco fanfarrón, para ser honestos. Quiso ser el centro de atención en numerosas ocasiones y participó más de lo que nos hubiera gustado en nuestra vida a bordo del klotok (hicimos mal en invitarle a probar un pedazo de buen queso Español…. ¡no volvimos a dar cuenta del queso en lo que duró el viaje!) Comenzó contándonos que antes era mecánico en un taller de motos, y después de pasar por ser guía, ránger del parque nacional y otras tantas cosas, el último día nos dijo que era ingeniero (un par de días más a bordo y nos hubiera dicho que había visitado la estación espacial, ¡no me cabe ninguna duda!)
  • La empresa organizadora, come2indonesia: lo peor del tour, por su nefasta gestión del viaje, los numerosos cambios y cancelaciones de vuelos y el hecho de no hacerse responsable de ninguno de ellos. No era la opción más económica (más bien era la más cara, ya que la mayor parte de las empresas ofrecen el mismo tour unos 15-20€ más barato por persona) pero sí la única que ofertaba el tour con guía de habla hispana, algo que al final tampoco cumplieron ya que el guía solo entendía un poco de español y únicamente hablaba inglés, así que me tocó a mí actuar de interprete. Un suspenso en toda regla por incumplimiento de todos los compromisos adquiridos en la contratación del viaje.
        Más allá de todos los problemas organizativos experimentados, la experiencia fue muy gratificante y ampliamente recomendable (obviamente, si vuelvo a hacerlo en el futuro lo haré con otra empresa organizadora) ¡Una aventura única!

10 comentarios:

  1. Si no lo vives en primera persona, no lo disfrutas.
    A la espera de la segunda parte,...

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  2. Hola javier! Gracias por tus descripciones y la información,
    Yo estoy teniendo un problema ya que no puedo pagar en Nusatrip con mi Visa. He chateado con Nusa y he hablado con mi banco y todo está en orden. Sabes tu algo?de alguien que haya tenido este problema y haya logrado resolverlo?

    Gracias

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    1. Hola Selezne,

      lo primero agradecerte el comentario...pero no me llamo Javier, sino Daniel :-)
      Con respecto al tema de problemas de pago con Nusatrip no sabría que decirte. Yo no tuve ningún problema (aunque es cierto que pagué con Mastercard...no sé si eso puede tener algo que ver) Si no te han hecho el cargo en el banco te recomendaría que probases con Mastercard, si tienes posibilidad.
      Disfruta de tu viaje a Indonesia!

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    2. Hola de nuevo,
      recientemente he vuelto a comprar vuelos en Nusatrip para mi viaje a Indonesia en Octubre y no he tenido ningún problema con el pago (con mastercard, de nuevo) Espero que se solucionase tu problema.
      Saludos!

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  3. Hola Daniel, mi nombre es silma y soy de Peru. Te cuento voy a ir a un taller el lunes a indonesia me encantaria hacer tours... me comentas si realizan algun tipo de tours

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    1. Hola Silma,
      lamentablemente yo no organizo tours...organizo mis viajes de forma personal, pero no lo hago profesionalmente. Si me comentas que idea tienes igual te puedo dar algún consejo. Yo viajo a Indonesia de nuevo en diez días, pero esta vez a las islas del este (y de nuevo organizado por mi)
      Lamento no poder ayudarte, espero que pases un buen tiempo en Indonesia!

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  4. una pregunga cuanto cuesta mas o menos el tour y desde donde lo contratas

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  5. He intentado contratar los vuelos con Nusatrip y despues hablar con el chat, me comentan que sólo acpetan tarjetas de crédito, no débito. Quizá sea eso el problema.

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  6. Me comentan por el Chat de Nusatrip que no aceptan tarjetas de débito, ha de ser tarjeta de crédito...

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    1. muchas gracias por el apunte Carlos; yo siempre pago a crédito...igual por eso no he tenido nunca problemas con ellos :-)

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