Círculo polar Ártico, auroras boreales, sol de medianoche, el hogar de Papá Noel, el reino de las nieves...seguro que muchos de nosotros hemos "soñado" alguna vez con visitar éste rincón de nuestra imaginación para ver por nosotros mismos algunos de los eventos/lugares descritos anteriormente. Después de una serie de viajes a lugares subtropicales iba siendo hora de un cambio y me decidí a hacer el viaje que había estado rondando mi cabeza desde hace años y que por unas razones u otras nunca había llegado a concretarse. Aprovechando mi visita a Helsinki por motivos laborales, decidí extender el viaje para dirigirme a Rovaniemi, en la región finlandesa de Laponia, con un único objetivo: ver las auroras boreales. Objetivo que puede parecer sencillo en principio pero que no lo es tanto como luego contaré. Laponia es una región de contrastes, con temperaturas que oscilan entre los 40 grados negativos en invierno y los 30 positivos del verano, una región donde las noches no terminan en invierno y seis meses más tarde el sol no se pone, una región al norte del círculo polar Ártico, hogar de Papá Noel, que hace de esta región una de las más áridas para la vida, pero también una de las más atractivas, al menos para mí, un enamorado de la nieve y el frío, una región que pone el contrapunto a la "monotonía" climática estacional de la región sur y centro de Europa.
Paseando por Rovaniemi |
Para lograr el objetivo que me había marcado, decidí permanecer cuatro noches y algo más de cuatro días en la zona, haciendo coincidir mi estancia con las fechas en torno a la de la luna nueva de enero - en busca de la máxima oscuridad posible para poder contemplar las auroras. Sin planes definidos a mi llegada (he de admitir que emprendí el viaje un poco desanimado, perezoso del viaje, y tal desanimo se plasmó en mi actitud hacia la preparación del mismo, ya que no preparé nada y me fui sin saber qué haría allí durante cuatro días) Finalmente mi plan de viaje quedó como detallo a continuación:
Amanecer entre los árboles |
Día 1: llegada a Rovaniemi, visita a los lugares y edificios más destacados de la ciudad y visita a los centros de turismo y organización de actividades para organizar el resto de la estancia y comparar precios.
Día 2: Santa Claus Village y en busca de las auroras en Rovaniemi.
Día 3: 'aventura de conducción' sobre nieve para visitar la cascada de hielo de Korouoma, el hotel de hielo, y en busca de las auroras, todo ello en coche de alquiler.
Día 4: moto de nieve y en busca de las auroras en viaje organizado.
Día 5: último vistazo a Rovaniemi, un paseo por la orilla del río y viaje de regreso.
Rovaniemi
El aeropuerto de Rovaniemi se encuentra a unos 7Km del centro de la ciudad en dirección noreste y a corta distancia del hogar de Papá Noel y por lo tanto del círculo polar Ártico. El autobús número 8 conecta los tres lugares por 3,9€/trayecto (puedes chequear los horarios aquí) Como lo más probable es que los horarios no te cuadren ya que el servicio no ofrece muchas frecuencias, puedes acceder al centro utilizando los pequeños micro taxis amarillos (7€) que se encuentran a la salida de la terminal aeroportuaria. También puedes optar por taxis normales o reservar un coche de alquiler en el mismo aeropuerto.
Las pisas del aeropuerto de Rovaniemi |
La pequeña localidad de Rovaniemi, de unos 70000 habitantes, no tiene mucho que ofrecer a parte del incomparable entorno en el que se encuentra ubicada. La visita a los puntos turísticos más importantes indicados en los planos de la oficina de turismo no te llevará más que un par de horas. La calle Koskikatu es la arteria que da vida a la localidad, con todos los centros comerciales, hoteles, centros de actividades, bares y restaurantes girando en torno a ella. La elevada torre publicitaria donde se marca la temperatura y hora local en la plaza Lardi constituye el epicentro de la ciudad, un lugar que visité con curiosidad a diario para comprobar las variaciones térmicas, en busca de poder inmortalizar una prueba de haber superado mi récord anterior en cuanto a bajas temperaturas se trata, que databa de Diciembre de 2009 cuando durante mi primera visita a Helsinki experimenté 20 grados bajo cero. El récord queda ahora fijado en -23 grados, registrados durante mi última noche en Rovaniemi - cifra que divisé desde la furgoneta que me trasladaba en una actividad programada en busca de las auroras boreales y que no pude fotografiar para mi desgracia.
Iglesia presbiteriana de Rovaniemi |
La iglesia presbiteriana, el puente sobre el río Kemijoki y el paseo fluvial que une ambos constituyen los otros puntos de interés que ofrece Rovaniemi más alejados del centro de la ciudad, a los que podrás acceder andando sin problemas, aunque para ello tendrás que protegerte contra las bajas temperaturas.
Puente sobre el río Kemijoki; el puente actúa como protección del agua que discurre bajo él, retrasando la congelación de éste tramo de río |
Plaza Lardi |
En la zona centro hay numerosos restaurantes para todos los gustos: comida rápida, italiana y por su puesto especialidades finlandesas, donde degustar carne de reno y oso - entre otras - a precios que no me parecieron excesivos (en torno a los 20-25€ el plato principal) si se toma como referencia lo caro que resulta todo a ésas latitudes (a modo de ejemplo, en plena crisis por la bajada del precio del petróleo - en torno a los 45-50$ durante mi visita -, el precio de la gasolina 95 era de 1,39€/l, cuando por ejemplo en Alemania en el mismo periodo se pagaba a 1,15€/l) Como de costumbre en los países nórdicos, el precio de las bebidas alcohólicas es exageradamente caro: he llegado a pagar 9€ por una cerveza en un restaurante, e incluso en los supermercados las cervezas más comunes se vendían a 2,5-3€ por botella. El precio normal en bares oscilaba entre los 4-5€ para una caña...¡que ya está bien!
Centro de Rovaniemi |
Centro de Rovaniemi |
Centro de Rovaniemi |
En ésta época del año es difícil distinguir la salida de la puesta de sol, ya que las tonalidades que toma el cielo son las mismas y el recorrido del sol sobre el horizonte es muy reducido, sin llegar a coger altura. Todo ello da como resultado espectaculares imágenes en días despejados, ¡todo un placer para la vista!
Amanecer en el círculo polar ártico |
El sol de mediodía |
Actividades
Rovaniemi se ha convertido, gracias a Papá Noel, al círculo polar Ártico y a las auroras boreales, en un importante destino turístico donde las compañías que organizan todo tipo de actividades proliferan pero no compiten, ya que los precios y actividades que ofrecen todas son más o menos los mismos, es decir elevadísimos. Si a eso le sumas el suplemento que te cobran en la mayoría de las actividades en el caso de que viajes sólo, las actividades se convierten directamente en inabordables para la mayoría de las personas. Pero al tiempo piensas 'igual no regreso aquí nunca' y con eso juegan las compañías para inflar los precios y en general, ofrecer un servicio mediocre y que no se corresponde con lo ofertado, a un precio excesivo. Otro inconveniente de viajar sólo es que al final te tienes que adaptar a lo que haya en el sentido de que el mínimo número de personas para que una actividad se lleve a cabo son 2; así que si hay algo que te interesa pero no hay nadie más apuntado, o pagas el precio de dos personas o no lo haces. Hay actividades para todos los tipos: desde las más económicas y tranquilas excursiones para observar las auroras boreales hasta las más caras y activas cubriendo paseos en moto de nieve, pesca en lago helado, paseo en trineo tirado por renos o huskyes...una oferta casi para todos los gustos...¡pero no para todos los bolsillos!
El contraste de temperaturas entre el agua del río y el ambiente hacen que se produzcan estas nubes de humo. La zona es una región de abundantes nieblas nocturnas. |
Las compañías que operan se dividen, en cuanto a precios, en dos grupos: las localizadas en el centro de Rovaniemi - más caras y de peor servicio, pero las más populares - y las que se sitúan en el Santa Claus Village, más económicas. Mi experiencia con ellas ha sido la siguiente:
En Rovaniemi:
- Lapland Safaris (www.laplandsafaris.com/es/), sin duda alguna la más fuerte del sector, con una amplia oferta de actividades a los precios 'pactados' entre los operadores de Rovaniemi. A menudo verás por todas partes gente ataviada con sus característicos petos rojos y negros, que vienen o van a hacer alguna excursión con ellos (si contratas varias actividades te permiten "quedarte" con el equipo entre actividad y actividad) El servicio que ofrecen es en mi opinión muy pobre (ya se sabe, cría fama y échate a dormir) Contraté con ellos la salida de 2h en moto de nieve (144€ viajando sólo en una moto) y la actividad duró en torno a hora y media (media hora menos en una actividad de dos horas...como que es mucho,¿no?) No se preocupan en buscar gente 'afín' para que todos puedan disfrutar de la actividad (cosa que sí hacen otras empresas, tratando de no poner por ejemplo a familias con niños y a grupos de gente joven...o al menos informándote de la composición del grupo antes de contratar), así que en mi grupo teníamos que andar esperando continuamente a tres chinas que siempre iban rezagadas...El equipo que te dan es de los mejores, y en mi excursión en moto a -20 grados no pasé ni pizca de frío. A pesar de quejarme por la duración de la actividad, como el pago estaba hecho no había más que hablar y se justificaron diciendo que la duración es orientativa....¡pues que el precio también lo sea! El guía era majete, pero no se puede decir lo mismo del personal de información.
Centro de Rovaniemi |
- Arctic Lifestyle (www.arcticlifestyle.fi/): con éstos no tuve mucho contacto. Tan sólo entré a preguntar por precios y actividades y como al final los horarios eran más limitados y no tenían tanta demanda la mayoría de las actividades no estaban disponibles para una persona viajando sóla. El catálogo de actividades es bastante bueno y da muy buena información sobre las actividades. No se como funcionaran, tampoco vi a mucha gente realizando actividades con ellos.
A apenas 8km del centro de Rovaniemi y prácticamente 1km del aeropuerto se encuentra el hogar de Papá Noel, un lugar idílico que hará las delicias de los más pequeños y por qué no decirlo, de los más mayores que algún día creyeron. Se puede llegar por medio de la línea 8 de autobuses desde el centro de Rovaniemi en algo menos de media hora. Abierto todos los días del año de 10:00 a 17:00 con entrada gratuita (www.santaclausvillage.info/es/), el complejo consta de un hotel (completo durante el fin de semana de mi visita y cuyos precios varían ostensiblemente a lo largo del año), diversas tiendas de recuerdos, restaurantes y atracciones entre las que destacan:
Finalmente, me decidí a realizar una excursión con Lapland Ltd en busca de las auroras en mi última noche en Rovaniemi. Como ya he comentado, ésta es una de las actividades mejor puntuadas por los viajeros y por eso me decidí. Equipados con los trajes de protección contra el frío, la furgoneta te traslada a unos 50Km de Rovaniemi donde según dicen se dan unas condiciones muy buenas para observar las auroras porque es una zona de confluencia de vientos que originan que haya cielos despejados en la zona. Rovaniemi es una zona de nieblas, y aunque la previsión meteorológica anuncie cielos despejados, la realidad durante mi viaje fue que todos los días al atardecer se formaban nieblas, más o menos espesas. El día de la excursión salimos de Rovaniemi con niebla y llegamos al punto de observación con niebla...decepción total. Los esfuerzos del guía por animarnos contándonos historias increíbles sobre lo rápido que cambia el tiempo en la zona y que siempre había posibilidades de ver las auroras (una tónica en todas las organizaciones) cayeron en saco roto. En vista del tiempo, nada favorable para el propósito de la excursión, al final pasamos la mayor parte de la excursión en una típica cabaña de madera finlandesa, comiendo salchichas cocinadas al fuego de las brasas, escuchado historias tradicionales finlandesas e incluso hubo tiempo para aprender a leer el futuro en base a la forma que obtiene el estaño fundido al contacto con el agua. Una forma de pasar el rato, pero ni mucho menos el objetivo de la excursión. Tantas actividades extra me hicieron pensar que ya sabían a priori el tiempo que nos íbamos a encontrar en la zona, así que me molestó que no nos dijeran la verdad desde el principio, pero supongo que para ellos todo vale con tal de hacer negocio.
Cascada de hielo de Korouoma
Después de la aventura vivida con el coche, me dispuse a llegar a la cascada de hielo, dos horas más tarde de lo inicialmente previsto y 3,5Km más lejos de lo pensado, la distancia que había desde donde dejé aparcado el coche hasta el aparcamiento del parque de Korouoma. Por fortuna me gusta andar por la nieve, y la compañía durante el camino era de las mejores: preciosas vistas de un paisaje nevado, un paisaje de cuento.
El hotel de hielo
A unos 30Km al norte de Rovaniemi se encuentra este hotel de hielo (www.arcticsnowhotel.fi/), un concepto novedoso que va más allá del más conocido bar de hielo, con todo el mobiliario hecho de éste material. El hotel, construido completamente dentro de una montaña de hielo y cuya entrada se encuentra justo enfrente de la recepción (que es un edificio normal), consta de varios salones donde se producen celebraciones o cenas, un bar de hielo y las habitaciones, completamente hechas en hielo (incluso las camas). Cada habitación es distinta, decorada con distintos motivos, y si bien la experiencia puede resultar interesante (el precio parece excesivo - desde los 150/170€ por persona y por noche...¡pero lo único se paga!) no gozarás de ninguna intimidad, ya que tan sólo una piel de reno colgada a modo de cortina te separará del pasillo de acceso a las habitaciones.
Auroras
La intensidad y las formas fueron cambiando y extendiéndose, llegando a cubrir un campo visual muy amplio, ya que no sólo aparecieron por el norte, sino también por el noreste, un baile de luces en movimiento sobre la oscuridad de la noche que no puedo describir, tan sólo recuerdo que la sensación de frío desapareció por completo de mi cuerpo, al tiempo que un escalofrío de emoción recorrió mi cuerpo, pura sensibilidad a flor de piel. Las luces aparecían, se movían, se desplazaban de forma sigilosa, desaparecían de un sitio para volver a aparecer en otro...otro regalo de la naturaleza, uno de los más grandes que nos ofrece, un espectáculo que te alejará totalmente de la realidad. Recuerdo que durante unos minutos estuve absorto mirando el cielo, incrédulo ante lo que mostraban mis ojos. Al menos por unos minutos (calculo que en torno a 15), el cielo despejado y cubierto por un mar de estrellas permitieron el disfrute de este espectáculo único que algunos afortunados tienen el privilegio de disfrutar cada invierno.
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- Safartica (www.safartica.com/en): mala impresión me causó ésta compañía, tratando de engañar a la clientela según entran por la puerta: preguntando el día de mi llegada sobre las excursiones y las auroras, con una borrasca justo encima de la zona y por lo tanto posibilidades de ver las auroras nulas, todavía me querían colocar la excursión para esa noche porque casualmente lo tenían todo completo y sólo les quedaba una plaza...ya le contesté a la chica que como no tuvieran un helicóptero para subir por encima de las nubes pocas auroras iban a ver esa noche. Aparte de esta pequeña anécdota, el folleto de información es el peor de todas las compañías y los precios un poco más elevados (3-5€, tampoco para tirarse de los pelos) Con estos antecedentes, obviamente no hice nada con ellos.
- Lapland Welcome Ltd (www.laplandwelcome.com) trabajan asociados con la oficina de información de turismo de la ciudad, así que puedes contratar sus excursiones en ambos lugares. La excursión más recomendada por los clientes según tripadvisor es la salida nocturna en busca de las auroras, que además es de las más largas en cuanto a duración (te llevan a un lugar situado a unos 50km de Rovaniemi) y la más barata (79€), incluyendo traslados al hotel. El equipo que dan para hacer las actividades es más básico que el de Lapland Safaris (al menos el peto proporcionado para la observación de las auroras, igual para otras actividades tienen otros más fuertes...lo dudo pero no lo sé) Venden la idea de que todas las noches es posible ver las auroras, así que hay que intentarlo, y dicen tener un porcentaje de éxito del 50%...¡cada cual que crea lo que quiera!
En Santa Claus Village:
Paseando por los alrededores del
Santa Claus Village
- Wild Nordic (wildnordic.fi/): durante mi estancia tenían varias actividades de moto de nueve a precios muy competitivos (2 horas por 99€ viajando sólo) pero una vez más debido a la escasez de personas (estaba apuntado yo sólo a la actividad) no pude realizarla aunque me mantuvieron informado en todo momento. Una buena opción si se viaja en grupo y se tiene la suerte de contar con estas ofertas.
Santa Claus Village
El Hogar de Papá Noel |
A apenas 8km del centro de Rovaniemi y prácticamente 1km del aeropuerto se encuentra el hogar de Papá Noel, un lugar idílico que hará las delicias de los más pequeños y por qué no decirlo, de los más mayores que algún día creyeron. Se puede llegar por medio de la línea 8 de autobuses desde el centro de Rovaniemi en algo menos de media hora. Abierto todos los días del año de 10:00 a 17:00 con entrada gratuita (www.santaclausvillage.info/es/), el complejo consta de un hotel (completo durante el fin de semana de mi visita y cuyos precios varían ostensiblemente a lo largo del año), diversas tiendas de recuerdos, restaurantes y atracciones entre las que destacan:
- Snowman: un restaurante que también incluye un centro de ocio para los más peques y un bar cuyo común denominador es el hielo. La entrada es de pago (18€/día)
- Granja de renos: en la zona del parque que muestra como vivían los antiguos pobladores de Laponia (en tiendas con estructura de madera y cubiertas de pieles de reno) se puede visitar una granja de renos y dar un pequeño paseo en un trineo tirado por uno de estos característicos animales de la región (17€ el trayecto de 400m y 33€ el de 1000m) Una turistada en toda regla...
Posando con "mi reno" después del paseo |
Casa de los antiguos pobladores de Laponia y renos comiendo tras el esfuerzo del paseo |
Paseando en trineo de reno |
Se estaba calentito bajo mas "mantas", un paseo muy, muy tranquilo |
- Granja de huskyes: si hay una raza de perros que se identifica perfectamente con el frío ártico ese es el husky. La granja, de libre acceso, te permitirá ver y aprender como se crían y educan estos animales cuya única ilusión parece ser correr por la nieve. Pasé un buen rato con los cachorros...¡quién no! La granja también ofrece trayectos turísticos para probar la experiencia (25€ el recorrido de 400m y 35€ el de 1000m) Visto lo que tardan los perros en hacer el recorrido (apenas un par de minutos), decidí prescindir de la segunda turistada del día.
- Oficina de correos: amontonadas verás cartas llegadas de todos los lugares del mundo (y destinadas a otros tantos) en la oficina postal oficial de Papá Noel, donde podrás comprar sellos matasellados allí o enviar a tus seres queridos (si te sabes la dirección, claro) una postal con dos opciones: entrega inmediata o entrega aplazada para las Navidades de 2015 (garantizan que se entregarán antes del 24 de diciembre de 2015...¡ya veremos!)
- El hogar de Papá Noel: en el centro del parque, como no podía ser de otra forma, se encuentra la casa donde vive Papá Noel. Un bonito recorrido te lleva por pasillos donde se explica cómo se las ingenia Papá Noel para poder repartir todos los regalos en una sola noche. Al final del recorrido tras subir unas escaleras está la sala en la que Papá Noel te recibirá y donde no se permiten fotografías.
El regulador de velocidad rotacional de la tierra usado por Papa Noel |
Tu visita (y la de todos los visitantes) se emite en directo por internet en la dirección http://santaclauslive.com/, así que sí sabes cuando vas a ir puedes avisar a los amiguetes y la familia para que te vean hablar con este entrañable personaje, de larga barba blanca (¡es real!), cándida y bondadosa mirada (de unos ojos azúl claro) y con el que podrás mantener una agradable conversación (en inglés, español no habla mucho, pero me dijo que lo entiende para poder leer las cartas que le llegan); en honor a la verdad, me hizo ilusión la visita y por momentos en aquel ambiente y con aquella persona tan real vuelves a creer en todo. A la salida te ofrecen las fotos que te han hecho en el estudio (por eso no puedes hacer tus propias fotos...) a precios exorbitados: 30€ la copia en papel grande, 35€ por cinco copias en papel más reducidas a modo de felicitaciones navideñas y 40€ por el kit en formato digital completo incluyendo también el video de tu conversación con Papá Noel.
- La línea que marca el círculo polar: desde el edificio del hogar de Papá Noel sale una guirnalda luminosa azul que se apoya en varios pilares y que señala la posición teórica del círculo polar ártico, a 66 grados, 32 minutos y 35 segundos. A partir de ésta línea hacia el norte, durante al menos un día al año el sol no sale (como mínimo el 21 de diciembre) y durante la menos un día al año el sol no se pone (el sol de medianoche, como mínimo el 21 de junio) Una videocámara en el recinto retransmite a una web en directo tus andanzas por estas latitudes (www.santaclausvillage.info/live-video.html) Si quieres que tu día sea el de un auténtico turista, puedes pasarte por la oficina de información y hacerte con el certificado original de paso del círculo polar por 4,2€.
- Santa Claus Park: a unos 2-3km del Santa Claus Village se encuentra éste parque complementario donde habita la mujer de Papá Noel y donde podrás ver como sus ayudantes reciben y clasifican las cartas que llegan de todos los rincones del planeta y también donde los más pequeños pueden aprender cómo convertirse en unos auténticos ayudantes de Papá Noel y realizar otras actividades como galletas de gengibre.
¿Dónde está la carretera? |
Actividades
En un viaje de éstas características el tiempo y el dinero suelen suponer limitaciones a partes iguales, así que de la buena gestión de ambos recursos dependerá el 'éxito' de tu viaje. Como mi objetivo no eran las actividades complementarias, únicamente realicé la excursión en moto de nieve (el único tipo de moto que me quedaba por probar, y seguramente una de las más divertidas a tenor de lo experimentado) Una mala gestión del tiempo por mi parte (y el quedarme hasta las tantas todas las noches dando vueltas en busca de las auroras, que tampoco ayuda) hizo que tuviera que recurrir a Lapland Safaris para llevar a cabo esta actividad con el resultado narrado anteriormente. Eran los únicos que ofrecen un tour a las 14:00h (el resto lo ofertan únicamente a las 10:00h o nocturno en busca de las auroras o combinado con actividades extra como visitas a granjas de renos o huskyes o pesca en hielo) Decidí hacerlo por la mañana con luz de sol y la verdad es que las vistas y el entorno en el que se desarrolla son espectaculares, máxime en un día claro como el que me deparó el viaje. Para que te hagas una idea de la actividad, aquí tienes el video de mi ruta:
Las motos tienen puños y manguito de acelerador calefactados y regulables, así que frío no pasarás (la intensidad máxima llega a molestar del calor) Equipado con mi cámara de acción pensaba obtener un video espectacular de la aventura...una profunda decepción el comprobar que una cámara concebida para actividades de aventura no está diseñada para ser usada en ambientes fríos; a 20 grados bajo cero la go pro se quedo bloqueada, la batería se agotó en apenas 5 minutos y con la de reserva no supe que la cámara estaba grabando hasta llegar al hotel y comprobar la tarjeta de memoria, ya que el visor de la cámara no mostraba ninguna indicación. Lo más espectacular e interesante de la excursión tan sólo ha quedado grabado en mi memoria. Al margen de esto y de la corta duración de la actividad, la experiencia me dejó un agradable sabor de boca, conduciendo en ocasiones por el río helado a unos 90km/hora (yo era el primero del grupo después del guía, así que trataba de hacer la goma, dejándole distancia para luego acelerar a fondo y probar la capacidad de aceleración y tracción de éstas máquinas), haciendo giros cerrados en terreno de nieve virgen y en un escenario difícil de describir.
Además del hecho de conducir en moto de nieve, la actividad merece la pena por las vistas y el entorno en el que se desarrolla |
Las motos tienen puños y manguito de acelerador calefactados y regulables, así que frío no pasarás (la intensidad máxima llega a molestar del calor) Equipado con mi cámara de acción pensaba obtener un video espectacular de la aventura...una profunda decepción el comprobar que una cámara concebida para actividades de aventura no está diseñada para ser usada en ambientes fríos; a 20 grados bajo cero la go pro se quedo bloqueada, la batería se agotó en apenas 5 minutos y con la de reserva no supe que la cámara estaba grabando hasta llegar al hotel y comprobar la tarjeta de memoria, ya que el visor de la cámara no mostraba ninguna indicación. Lo más espectacular e interesante de la excursión tan sólo ha quedado grabado en mi memoria. Al margen de esto y de la corta duración de la actividad, la experiencia me dejó un agradable sabor de boca, conduciendo en ocasiones por el río helado a unos 90km/hora (yo era el primero del grupo después del guía, así que trataba de hacer la goma, dejándole distancia para luego acelerar a fondo y probar la capacidad de aceleración y tracción de éstas máquinas), haciendo giros cerrados en terreno de nieve virgen y en un escenario difícil de describir.
Me hubiera gustado hacer la visita completa a una granja de huskyes incluyendo un safari en trineo tirado por ellos, más que nada por conocer cómo se comportan los animales y comprobar si verdaderamente los perros son tan "felices" corriendo por la nieve con un trineo cargado hasta los topes o si realmente no es así (como me temo...) La actividad es siempre para dos personas, porque una va sentada en el trineo y la otra lo dirige, con lo que es un verdadero trabajo de equipo y desde mi punto de vista se necesita un mínimo de comunicación entre ambos para disfrutar de la actividad al completo, así que una vez más se presentó el inconveniente de viajar sólo. Y puestos a pagar unos 150€ de media por esta actividad, prefiero 'aplazarlo' para poder hacerlo en otra ocasión con algún amigo o al menos conocido y no con un completo desconocido/a que no se sí me puede amargar el día (¡o yo a el/ella!)
Haciendo la salchicha al fuego |
Fundiendo estaño para leer el futuro... |
Conduciendo por Laponia
Visitando varias páginas de turismo de la zona di con un par de sitios que pensé sería interesante conocer: la cascada de hielo de Korouoma y el hotel de hielo. Había excursiones organizadas para ambos destinos (130€ la primera y 99€ la segunda), pero pudiéndolo hacer uno mismo y más barato...¿por qué hacerlo de otra forma? Para ello alquilé un coche en Avis (62€/día), con la intención también de "probar" el agarre de los neumáticos de invierno en aquel entorno. La realidad es que no notarás la capa de nieve que hay bajo el coche (con excepción de frenadas bruscas, ¡claro!) Los neumáticos se comportan a la perfección y no pierden el agarre en ningún momento. En muchas zonas no 'hay' carreteras como tales (cubiertas por un manto blanco no sabrás por donde discurre la vía) así que el navegador te ayuda a seguir el trazado de la carretera. El principal riesgo de conducir en Laponia son los animales que te puedes encontrar atravesando la calzada o simplemente caminando por ella (una de esas frenadas bruscas a las que hacia referencia antes vino ocasionada por un grupo de tres renos que circulaban de un lado a otro de la carretera, así que no sabía muy bien por dónde adelantarles)
Otro aspecto a tener en cuenta es que si bien los neumáticos agarran mucho y son para eso, si el espesor de la nieve es excesivo, lo que al final sucede es que la nieve bajo el coche va elevando progresivamente el coche, haciendo que las ruedas pierdan contacto y adherencia con el terrero....difícil de controlar cuando vas conduciendo y no calculas el espesor bajo tus pies, y al final sucedió lo que tenía que suceder: llegando a las cascadas de hielo el coche empezó a patinar varias veces en pequeñas subidas y decidí no seguir adelante y regresar marcha atrás por donde había ido, pero en el viaje de regreso me quedé bloqueado ya que la carretera estaba sin limpiar y había una gruesa capa de nieve...después de una larga aventura en busca de ayuda (en una zona por dónde no había pasado nadie porque la carretera no tenía ninguna marca de rodadas, sin cobertura de teléfono y en mitad de una pequeña nevada), la suerte se alió conmigo y aparecieron tres osados como yo que querían visitar la cascada de hielo, tres alemanes que me ayudaron a sacar el coche del agujero en el que había caído...como bien está lo que bien acaba, se puede decir que la experiencia fue positiva.
Otro aspecto a tener en cuenta es que si bien los neumáticos agarran mucho y son para eso, si el espesor de la nieve es excesivo, lo que al final sucede es que la nieve bajo el coche va elevando progresivamente el coche, haciendo que las ruedas pierdan contacto y adherencia con el terrero....difícil de controlar cuando vas conduciendo y no calculas el espesor bajo tus pies, y al final sucedió lo que tenía que suceder: llegando a las cascadas de hielo el coche empezó a patinar varias veces en pequeñas subidas y decidí no seguir adelante y regresar marcha atrás por donde había ido, pero en el viaje de regreso me quedé bloqueado ya que la carretera estaba sin limpiar y había una gruesa capa de nieve...después de una larga aventura en busca de ayuda (en una zona por dónde no había pasado nadie porque la carretera no tenía ninguna marca de rodadas, sin cobertura de teléfono y en mitad de una pequeña nevada), la suerte se alió conmigo y aparecieron tres osados como yo que querían visitar la cascada de hielo, tres alemanes que me ayudaron a sacar el coche del agujero en el que había caído...como bien está lo que bien acaba, se puede decir que la experiencia fue positiva.
Esto es lo que se ve conduciendo por esta región |
Los restos de la batalla librada para sacar el coche de la nieve |
El camino de acceso a Korouoma |
Cascada de hielo de Korouoma
Después de la aventura vivida con el coche, me dispuse a llegar a la cascada de hielo, dos horas más tarde de lo inicialmente previsto y 3,5Km más lejos de lo pensado, la distancia que había desde donde dejé aparcado el coche hasta el aparcamiento del parque de Korouoma. Por fortuna me gusta andar por la nieve, y la compañía durante el camino era de las mejores: preciosas vistas de un paisaje nevado, un paisaje de cuento.
Una vez en la entrada al parque, el panorama continua siendo el mismo. Los árboles parecen inclinarse, a modo de reverencia, mostrando su respeto y admiración hacia los aventureros que decidimos adentrarnos ese día en busca de la cascada de hielo. Sin duda puedo decir que soy el único español (y encima Palentino) que visitó aquel rincón el 18 de enero de 2015 :-)
Entrada al parque de Korouoma |
Los árboles parecen querer darte la bienvenida |
Tras un corto paseo descendiendo el barranco (unos 30 minutos), se llega a una zona de descanso preparada con lugares para hacer fuego y desde donde salen distintas rutas a otros parajes naturales del parque, lugares que a juzgar por el estado de la nieve que cubría los accesos, hacía mucho tiempo que nadie visitaba. La ruta está bien señalizada (en finlandés, pero bien indicada) así que no tendrás problema en encontrar finalmente una de las cascadas de hielo que habitan en el parque, situada al fondo del cañón de 30 Km de largo y 130m de profundidad, la mayor de ellas y la más grande de toda Finlandia. La cascada permanece congelada desde septiembre hasta abril aproximadamente, y por supuesto cada año ofrece un aspecto totalmente distinto en función del agua y la velocidad de congelación de la misma. Una visita que recomiendo por lo novedoso de la misma, el entorno y el puntito de aventura que le aporta al viaje.
De camino a la cascada de hielo |
Vista panorámica 180 grados de la cascada de hielo |
Incluso tuve tiempo para tirarme al suelo y hacer un angelito... |
El hotel de hielo
A unos 30Km al norte de Rovaniemi se encuentra este hotel de hielo (www.arcticsnowhotel.fi/), un concepto novedoso que va más allá del más conocido bar de hielo, con todo el mobiliario hecho de éste material. El hotel, construido completamente dentro de una montaña de hielo y cuya entrada se encuentra justo enfrente de la recepción (que es un edificio normal), consta de varios salones donde se producen celebraciones o cenas, un bar de hielo y las habitaciones, completamente hechas en hielo (incluso las camas). Cada habitación es distinta, decorada con distintos motivos, y si bien la experiencia puede resultar interesante (el precio parece excesivo - desde los 150/170€ por persona y por noche...¡pero lo único se paga!) no gozarás de ninguna intimidad, ya que tan sólo una piel de reno colgada a modo de cortina te separará del pasillo de acceso a las habitaciones.
Pasillo de acceso a las habitaciones, cuyas entradas se encuentran a los lados |
Entrada al hotel de hielo; la temperatura exterior era de -13 grados y la interior de -4 grados. |
Comedor dentro del hotel de hielo |
El establecimiento también ofrece los igloos con techo panorámico abierto al cielo, desde donde los afortunados huéspedes (los precios por noche parten de los 380€ por igloo), además de contar con mas intimidad y comodidades que los que decidan alojarse en el hotel de hielo, podrán disfrutar, si se dan las condiciones para ello, de las auroras boreales asomando sobre el cielo de su habitación. Pensé que si se cobraba entre 385 y 510€ por noche en estos igloos, al menos la zona sería buena para divisar las luces del norte en caso de que éstas aparecieran, así que me dirigí al lago de la zona para establecer mi "campamento" a la espera de las auroras; el resultado, a continuación.
Auroras
Una de las condiciones necesarias (que no suficientes) para poder observar las auroras, en teoría son las bajas temperaturas (en torno a los 20 grados bajo cero), temperaturas que únicamente se dan en días despejados, la otra condición necesaria para la observación de las luces del norte. Dos condiciones que sin embargo no garantizan la observación de este maravilloso espectáculo natural. Las auroras boreales, o luces del norte, se producen al chocar contra la atmósfera partículas de polvo solar, por lo que la actividad solar es otro factor a tener en cuenta. Sin embargo, la realidad es que no se sabe a ciencia cierta por qué se producen éstas luces y por eso su predicción resulta muy difícil. Yo utilicé una página (www.aurora-service.eu/aurora-forecast/) que me dio buen resultado. Para observarlas es fundamental la paciencia y una buena dosis de suerte. La duración y la intensidad de las auroras puede variar mucho; según aprendí estando allí, la duración media es de unos cinco minutos, pero puede haber actividades de tan sólo unos segundos o de varias horas. Las auroras tienen distintos colores e intensidades; para el ojo humano, las más visibles son las verdes y las rojas, pero también las hay amarillas, rosas e incluso azúles, aunque estas últimas difícilmente las podrás observar a simple vista (si vas equipado con una cámara y un trípode, sí podrás fotografiarlas, en el caso de que aparezcan) Lo mejor es dejar la cámara fija y hacer fotos cada pocos minutos...¡en algunas de ellas te puedes llevar una sorpresa con el resultado!
Durante mi estancia los dos primeros días fueron muy benévolos en cuanto a lo que a temperaturas se refiere, con las mismas oscilando entre los 1 y 4 grados bajo cero, hecho propiciado en parte por la abundante nubosidad que hubo durante esos días. Los esfuerzos hechos esos días en busca de las auroras resultaron totalmente estériles. Las temperaturas comenzaron a descender en la tarde del tercer día, cuando los cielos comenzaron a abrirse, y llegaron a su máximo durante mi última noche en Rovaniemi, tras un día en el que la máxima fue de -17 grados. Mi consejo para observarlas es que busques un punto oscuro (en lo alto de una montaña, o en el centro de un lago) lo más alejado posible de pueblos (las casas aisladas no originan mucha contaminación lumínica), dirijas tu mirada hacia el norte y te armes de paciencia. Después de intentarlo un par de noches en los alrededores de Rovaniemi, sin éxito, decidí alejarme algo más de la ciudad. Inicialmente había pensado ir a una elevación que había localizado por google maps a unos 50Km al norte de Rovaniemi, pero no me dio tiempo de explorar el terreno por lo problemas sufridos en Korouoma, así que se me ocurrió quedarme en el hotel de hielo (si tienen igloos para la observación de las auroras y cobran más de 300€ la noche, pensé que no debería ser mal sitio para la observación) A falta de un sitio conocido mejor, "acampé" en mitad del lago cercano al hotel de hielo. La oscuridad no era total (había algunas viviendas iluminadas, pero no grandes núcleos de población, así que la contaminación lumínica no era elevada) y pese a gozar de un cielo totalmente despejado, las temperaturas no eran muy bajas (en torno a los 13 grados bajo cero). La predicción de un nivel de actividad 5 (sobre una escala de 9) aquella noche y una tormenta solar aproximándose, hicieron aumentar mis esperanzas de poder disfrutar de unos de los mayores espectáculos naturales que se puedan observar. Recuerdo que durante las más de tres horas que permanecí en el lago mirando al cielo, observé varias estrellas fugaces. Se dice que si pides un deseo al divisar una de estas, el deseo se cumplirá. Mi deseo para la primera estrella fue poder ver las auroras boreales, ya que era lo que más deseaba en aquel momento. Más de tres horas después, algo comenzó a centrar mi atención.
Durante mi estancia los dos primeros días fueron muy benévolos en cuanto a lo que a temperaturas se refiere, con las mismas oscilando entre los 1 y 4 grados bajo cero, hecho propiciado en parte por la abundante nubosidad que hubo durante esos días. Los esfuerzos hechos esos días en busca de las auroras resultaron totalmente estériles. Las temperaturas comenzaron a descender en la tarde del tercer día, cuando los cielos comenzaron a abrirse, y llegaron a su máximo durante mi última noche en Rovaniemi, tras un día en el que la máxima fue de -17 grados. Mi consejo para observarlas es que busques un punto oscuro (en lo alto de una montaña, o en el centro de un lago) lo más alejado posible de pueblos (las casas aisladas no originan mucha contaminación lumínica), dirijas tu mirada hacia el norte y te armes de paciencia. Después de intentarlo un par de noches en los alrededores de Rovaniemi, sin éxito, decidí alejarme algo más de la ciudad. Inicialmente había pensado ir a una elevación que había localizado por google maps a unos 50Km al norte de Rovaniemi, pero no me dio tiempo de explorar el terreno por lo problemas sufridos en Korouoma, así que se me ocurrió quedarme en el hotel de hielo (si tienen igloos para la observación de las auroras y cobran más de 300€ la noche, pensé que no debería ser mal sitio para la observación) A falta de un sitio conocido mejor, "acampé" en mitad del lago cercano al hotel de hielo. La oscuridad no era total (había algunas viviendas iluminadas, pero no grandes núcleos de población, así que la contaminación lumínica no era elevada) y pese a gozar de un cielo totalmente despejado, las temperaturas no eran muy bajas (en torno a los 13 grados bajo cero). La predicción de un nivel de actividad 5 (sobre una escala de 9) aquella noche y una tormenta solar aproximándose, hicieron aumentar mis esperanzas de poder disfrutar de unos de los mayores espectáculos naturales que se puedan observar. Recuerdo que durante las más de tres horas que permanecí en el lago mirando al cielo, observé varias estrellas fugaces. Se dice que si pides un deseo al divisar una de estas, el deseo se cumplirá. Mi deseo para la primera estrella fue poder ver las auroras boreales, ya que era lo que más deseaba en aquel momento. Más de tres horas después, algo comenzó a centrar mi atención.
La primera sensación que tuve cuando comencé a ver un reflejo en el cielo fue de incredulidad, ya que la luz era muy tenue y se podría confundir con un reflejo sobre una nube...pero el hecho de que no hubiera nubes y el color verdoso que se insinuaba entre el mar de estrellas delataban que me encontraba ante ¡una aurora boreal!
La imagen anterior muestra una aurora. Si ves algo parecido en el marco de una excursión organizada, los organizadores considerarán que han cumplido con el objetivo y fin de la excursión. Lo digo porque unas personas que había a unas decenas de metros detrás de mí en el mismo lago recogieron los bártulos a los pocos segundos de divisar esta incipiente Aurora...una ventaja más de viajar por libre, que te puedes quedar esperando hasta que ya no sientas nada del frío...tal vez no aparezcan más luces, o tal vez sí, pero si no te quedas nunca lo sabrás. A los pocos minutos comenzaron a aparecer luces más intensas y juguetonas:
La intensidad y las formas fueron cambiando y extendiéndose, llegando a cubrir un campo visual muy amplio, ya que no sólo aparecieron por el norte, sino también por el noreste, un baile de luces en movimiento sobre la oscuridad de la noche que no puedo describir, tan sólo recuerdo que la sensación de frío desapareció por completo de mi cuerpo, al tiempo que un escalofrío de emoción recorrió mi cuerpo, pura sensibilidad a flor de piel. Las luces aparecían, se movían, se desplazaban de forma sigilosa, desaparecían de un sitio para volver a aparecer en otro...otro regalo de la naturaleza, uno de los más grandes que nos ofrece, un espectáculo que te alejará totalmente de la realidad. Recuerdo que durante unos minutos estuve absorto mirando el cielo, incrédulo ante lo que mostraban mis ojos. Al menos por unos minutos (calculo que en torno a 15), el cielo despejado y cubierto por un mar de estrellas permitieron el disfrute de este espectáculo único que algunos afortunados tienen el privilegio de disfrutar cada invierno.
La calidad de las imágenes no es la mejor (mis conocimientos de fotografía tampoco ayudan, me temo) pero os puedo asegurar que es un espectáculo que estremece y que no querrás que termine. El tiempo se detiene, la mente se vacía y el mundo desaparece...tan sólo las estrellas, las luces sobre el cielo y yo. Lamentablemente las nubes comenzaron a aparecer y con ello las auroras desaparecieron; después de unos minutos de incertidumbre, decidí coger el coche y dirigirme al norte, en busca de cielos más despejados. La aurora me acompañó durante buena parte de mi viaje, pero el terreno desconocido y repleto de árboles no hicieron posible que encontrara un sitio propicio para continuar con la observación de las luces del norte aquella noche. Para cuando quise encontrar un sitio oscuro y orientado al norte las luces habían desaparecido. No tuve más oportunidades durante mi viaje de disfrutarlas (tan sólo esa noche las condiciones meteorológicas propiciaron que fueran visibles, luces que no fueron visibles en los alrededores de Rovaniemi ya que una densa niebla cubrió la ciudad toda la tarde/noche, tal y como me confirmaron diversas personas del hotel el día siguiente) Apenas unos minutos de actividad sirvieron para dar por bueno el viaje de algo más de cuatro días. Objetivo cumplido, pero no fue suficiente. Desearía poder disfrutar de nuevo de la sensación experimentada en el centro del lago cuando las primeras luces comenzaron a mostrarse. Espero, deseo, tener la oportunidad de otro encuentro con las auroras boreales en el futuro...simplemente me enamoraron.
Para concluir el viaje que me había deparado tantas buenas imágenes y experiencias para mi colección de recuerdos, mis últimas horas en Rovaniemi las pasé caminando por la orilla del río, a -17 grados, iluminado por la tenue luz del sol de mediodía que parecía querer seguir ascendiendo para abrirse camino en el horizonte pero que inmediatamente iniciaba de nuevo el recorrido que lo llevaría a su ocaso un par de horas más tarde, en un marco precioso y con la única compañía del sonido de la nieve "crujiendo" bajo mis pies, un sonido que no me canso de escuchar - me encanta pasear sobre la nieve escuchando mis pisadas...'qué tontería' pensarán algunos; 'una sensación única' opinarán otros - y observando los finos cristales de hielo que caían del despejado cielo (otro momento que me abstrajo durante unos momentos de la realidad...perfectas formas geométricas que se posaban sobre mi oscuro abrigo tratando de llamar mi atención para que observara su grandeza, y ¡vaya si lo hicieron!)
Y sin tiempo para más, me encontré de nuevo a bordo del autobús número 8 que me conduciría al coqueto aeropuerto de Rovaniemi para embarcar rumbo a Helsinki, desde donde otro vuelo me llevaría a Frankfurt para llegar finalmente desde allí a Colonia en tren. Un viaje largo empleado en la concepción de por éstas líneas que has leído y que espero hayan sido de tu agrado. Y una sensación extraña al llegar: por primera vez no tengo un viaje planeado a corto o medio plazo - ni tan siquiera nada seguro a largo plazo me atrevería a decir. Así que de momento me despido 'hasta la próxima', sin saber muy bien ni cuándo ni dónde nos veremos de nuevo en un nuevo viaje.
El sol en su máxima altura, desde el paseo fluvial de Rovaniemi: 12:00 del mediodía |
¿Apetece sentarse a descansar un rato? |
Perfectos cristales de hielo |
Un último vistazo al puente sobre el río |
Y sin tiempo para más, me encontré de nuevo a bordo del autobús número 8 que me conduciría al coqueto aeropuerto de Rovaniemi para embarcar rumbo a Helsinki, desde donde otro vuelo me llevaría a Frankfurt para llegar finalmente desde allí a Colonia en tren. Un viaje largo empleado en la concepción de por éstas líneas que has leído y que espero hayan sido de tu agrado. Y una sensación extraña al llegar: por primera vez no tengo un viaje planeado a corto o medio plazo - ni tan siquiera nada seguro a largo plazo me atrevería a decir. Así que de momento me despido 'hasta la próxima', sin saber muy bien ni cuándo ni dónde nos veremos de nuevo en un nuevo viaje.
La ciudad de Rovaniemi vista desde el aire |
Lagos y ríos helados y cubiertos de nieve, Laponia en estado puro |
Descubre más en Saariselka, el lugar donde algunos sueños se cumplen
Impresionante explicación.
ResponderEliminarMuchas gracias
Muchas gracias por tu historia. De verdad que muy útil.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario Javi, me alegro que te haya sido de utilidad. Espero que disfrutes de tu viaje!
EliminarMuy buena entrada.
ResponderEliminarCon lo de las auroras, lo has rematado, ya que a mi mujer, mi hija y a mi, nos a pasado lo mismo, una sensación inexplicable, que perdurara en nuestra retina, durante toda nuestra vida. Esa sensación nos ocurrió hace 2 días, cuando desde nuestro apartamento a las afueras de rovaniemi, pudimos observarlas y disfrutarlas.
Por cierto, estamos terminando de contar nuestras ultimas horas, aquí en rovaniemi, antes de volver a casa.
Un saludo
Gracias, me alegro por tu comentario y por que hayáis podido vivir y compartir la misma experiencia. Yo ya estoy listo para el próximo viaje en busca de las Auroras, en enero de 2016, esta vez a Ivalo...espero que haya suerte!
EliminarGracias por este relato tan cercano,intenso y real q nos ofreces...acompàñado de unas fotos geniales.gracias...
ResponderEliminarHola Sonia,
EliminarGracias por tu comentario y tus amables palabras, me alegro que te haya gustado el relato. Fue un viaje muy especial, lleno de sensaciones y momentos...espero poder repetirlo pronto...estoy un poco obsesionado (en el buen sentido de la palabra) con las auroras boreales; si has tenido la fortuna de vivirlas me comprenderás. Un saludo!