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China - Xi´an: impresiones de mi primera visita a la ciudad milenaria.

 Tiempo de lectura: 10 - 12 minutos

        Xi´an fue la segunda y última parada de mi viaje a China que tuvo lugar durante los meses de Marzo y Abril del 2021, en plena pandemia mundial por Covid, una ciudad milenaria que contrasta con la modernidad de Shanghái. El viaje de Shanghái a Xi´an lo realicé con China Eastern, un vuelo de algo más de dos horas y media que discurrió sin incidentes, con salida y llegada puntual, buen servicio a bordo y con las ya tradicionales restricciones en cuanto al uso de mascarilla durante el vuelo vigentes. Al llegar a Xi´an (llegué por la noche) tuve que pasar la primera noche en un hotel del aeropuerto (aún no comprendo el motivo, la verdad) porque por aquellas fechas "solo" llevaba 27 días en el país, y las limitaciones de movilidad entre provincias vigentes a la fecha exigían una estancia de 28 días (esta es la explicación oficial...); sea como fuere, la primera noche la pasé en un hotel de la zona aeroportuaria que abandoné lo antes que pude a la mañana siguiente para dirigirme a mi lugar de trabajo, porque el hotel resultó horrible (típico hotel chino mal gestionado pese a ser un 5 estrellas y peor conservado). Para la estancia en la ciudad de 8 noches me alojé en el hotel Sofitel Xi´an on Renmin Square (90 €/noche en suite, con desayuno y acceso a la sala VIP), un hotel que elegí principalmente por pertenecer a la cadena Sofitel, una garantía de calidad en cualquier lugar del mundo y que satisfizo mis expectativas con creces: la suite era muy amplia, con zona de trabajo separada del dormitorio, excelente servicio, desayuno correcto y una merienda servida en la sala VIP por las tardes de la que solo disfruté el primer día, antes de descubrir la animadísima oferta gastronómica y de ocio que ofrece la ciudad. El punto negativo fue sin duda la distancia a la Torre de la Campana, epicentro de la actividad de ocio en la ciudad (unos 20-30 minutos andando), pero como era la primera vez que visitaba la ciudad no tenía otra referencia; ahora, una vez explorada la zona, tengo claro cuál será mi alojamiento para mis futuras estancias en la zona :-). 


        Xi´an cuenta en la actualidad con algo más de 7 millones de habitantes, y los orígenes de la ciudad se remontan nada menos que al S. XVI a.C (aunque se han encontrado restos arqueológicos mucho más antiguos en la zona). La ciudad, que fue el extremo oriental de la Ruta de la Seda y capital del imperio en torno al S. II a.C, solo recibió el reconocimiento internacional que merecía a raíz del descubrimiento del mausoleo de Qin Shi Huang y su ejército de guerreros de terracota en el año 1974, fecha a partir de la cual el mundo puso nombre a un nuevo destino en China. Pero Xi´an bien merece ser conocida por algo más que los guerreros de terracota, y para ello te propongo hacer un recorrido por 10 lugares que, en mi opinión, no deben faltar en toda visita a la ciudad, ¿me acompañas?.

1. La muralla de la ciudad desde dentro.

       Si hay algo que llamó mi atención al entrar por primera vez en la ciudad antigua, fue sin duda su muralla. La muralla que rodea la ciudad se encuentra intacta, en perfecto estado de conservación, y sigue siendo estudiada como uno de los mejores ejemplos de arquitectura militar que han llegado hasta nuestros días (entrada 54 RMB). Con un perímetro de unos 15 Km, la muralla se puede recorrer totalmente, un recorrido a 12 metros de altura que ofrece unas vistas diferentes de la ciudad intramuros. La muralla es muy ancha y nada tiene que ver con la Gran Muralla - mucho más estrecha, serpenteante y con muchos desniveles. Todo el perímetro está adornado con farolillos rojos, algo que le otorga una personalidad e identidad única (y gracias a los cuales las visitas al atardecer resultan de lo más recomendables). La muralla cuenta con 4 entradas principales orientadas hacia los cuatro puntos cardinales, siendo la entrada del Sur la principal y la que conserva la mayor parte de las estructuras que poblaban las almenas. Cada entrada da acceso a un patio interior, una trampa para quienes conseguían burlar la primera barrera y entraban al recinto de la muralla, ya que en ese patio los invasores quedaban atrapados y eran un objetivo fácil para los guerreros que protegían la ciudad a 12 metros sobre los invasores. Pura ingeniería militar. Al margen de los detalles técnicos, el recorrido es muy cómodo (en bicicleta - imagino que andando se puede hacer un poco pesado; alquiler 45 RMB/3 horas, con un depósito de 100 RMB, se puede pagar en efectivo) y ofrece unas vistas impresionantes de la ciudad; yo entré en varias ocasiones: de día durante el fin de semana para recorrerla completa y de noche algún día de diario para disfrutar del atardecer y de la iluminación de la muralla. Una visita imprescindible. 



























2. La muralla de la ciudad desde el exterior.

      Si bien no resulta tan atractiva (desde mi punto de vista) como desde arriba, también es recomendable visitar la muralla desde el exterior (principalmente en torno a las puertas del Sur y del Este, que son las que concentran mayor interés en sus inmediaciones). Un estanque rodea la muralla y se pueden encontrar numerosos mercados de comida y un puñado de buenos lugares para captar una instantánea del momento. 








3. La Torre de la Campana.

       Sin duda, el epicentro de la actividad local. La Torre de la Campana (30 RMB, solo se puede pagar con WeChat/Alipay o similar - efectivo y tarjetas de crédito no se aceptan) se encuentra cerca de la puerta Sur de la muralla, y es la torre de éstas características que mejor se ha conservado en la ciudad (y en toda China). Originalmente data de finales del S. XIV, aunque a lo largo de su historia ha sufrido numerosas restauraciones y hasta un cambio de ubicación, ya que originalmente se encontraba a unos 1000 metros de su ubicación actual. La estructura de la torre, de 40 metros de altura, se alza sobre un pedestal de hormigón y está formada por un edificio de dos alturas construido en madera por completo. En sus orígenes, el tañido de la campana se empleaba para marcar el comienzo del día, pero también para informar de eventos significativos para la ciudad y como señal de alarma. Una visita muy interesante para hacerse una idea de la importancia que éste edificio, símbolo de la ciudad, ha tenido en la historia de la misma. 








4. La Torre del Tambor.

       A escasos metros de la Torre de la Campana, se encuentra la Torre del Tambor, construcción contemporánea de aquella y que servía originalmente para señalar el ocaso del día (entrada 30 RMB, entrada combinada a la Torre de la Campana 50 RMB, solo se puede pagar con WeChat/Alipay o similar - efectivo y tarjetas de crédito no se aceptan). La construcción es similar a la de su vecina, con una base de hormigón y un edificio rectangular en éste caso sobre ella construido siguiendo los cánones tradicionales de la arquitectura china. Los tambores se hacían sonar para indicar el ocaso del día. En la planta baja hay numerosos tambores (solo se exhiben, no se pueden tocar). La Torre del Tambor es la puerta de acceso al barrio árabe. 





5. El barrio tradicional de Shuyuanmen.

       En las cercanías de la entrada Sur de la muralla de la ciudad se encuentra Shuyuanmen, el barrio cultural y bohemio de la ciudad (una especia de Montmatre parisino, pero a la china). La calle, de unos 600 metros de longitud, alberga numerosas galerías y tiendas de arte y de útiles de pintura (pinceles, telas, tintas...). El atractivo para el visitante no interesado en temas de pintura (como el que escribe), reside en el ambiente que se respira en ésta calle, muy tradicional, y en los edificios que le dan forma, construidos según los cánones de la arquitectura tradicional china. Paralela a Shuyuanmen y justo al lado de la muralla, se puede encontrar la famosa calle de bares de Xi´an, con varias cervecerías y bares que ofrecen música en vivo durante el fin de semana, ¡el ambiente ideal para disfrutar de una buena cerveza belga en el corazón de China!.








6. Pagoda del Ganso Salvaje Gigante.

       Al sur de la ciudad antigua se encuentra uno de los templos budistas más antiguos de la ciudad, ya que el templo original data del año 652 (entrada al recinto del templo 25 RMB). El complejo consta de varios templos y estancias para los residentes, una pequeña torre de la campana y una torre del tambor, aunque lo más destacado es su pagoda. Inicialmente la pagoda tenía 5 pisos y una altura de 60 metros, pero aquella estructura se vino abajo tan solo 50 años después de su construcción. Para el año 704 ya se había reconstruido la estructura, esta vez con 10 alturas, y así se mantuvo hasta que un terremoto acontecido en el año 1556 dañó la pagoda y destruyó los tres pisos superiores; desde entonces, la pagoda cuenta con las 7 alturas que se pueden visitar en la actualidad, situándose su altura en 64 metros; el interior se puede visitar (40 RMB) y se puede subir hasta la parte superior, desde donde se tienen unas bonitas vistas de todo el recinto del templo. Como podrás apreciar en el fotos inferiores, el terremoto además de reducir a escombros las tres plantas superiores del antiguo templo, también afectó a la estructura que ha llegado hasta nuestros días, ya que la pagoda está inclinada varios grados (perceptible a simple vista). 










7. La fuente luminosa más grande de Asia

        Frente al templo del Ganso Gigante hay todo un complejo de ocio: de un lado, un centro comercial abierto, con numerosos lugares de restauración y tiendas de todo tipo; del otro, una fuente luminosa con un par de espectáculos diarios de luz y sonido (10 minutos, gratis) en lo que se considera la fuente más grande de Asia (y posiblemente del mundo), compuesta por varias "piscinas" escalonadas. Un espectáculo bonito de ver (pero en mi opinión, si te lo pierdes tampoco te lleves un disgusto demasiado grande...juzga por ti mismo).








8. El Mausoleo de Qin Shi Huang.

         A algo más de 30 Km al Este de Xi´an se encuentra el Mausoleo de Qin Shi Huang (120 RMB), una colección de cerca de 8000 guerreros de tamaño natural realizados en terracota allá por el año 210 a.C. En realidad lo que se han encontrado son los restos de ésta colección de figuras, en disposición de formación militar, ya que se cuentan con los dedos de una mano las figuras que se han encontrado intactas (todas las que se muestran han sido reconstruidas, a excepción de las que se muestran en vitrinas, que son las que se encontraron sin dañar). La verdad es que tenía muchísimas ganas de ir a ver los guerreros, pero la experiencia defraudó un poco, para ser honestos. Es uno de esos sitios que tienes tan visto en fotos que cuando llegas allí te parece que ya lo conoces. El recinto se compone de tres pabellones, siendo el primero de ellos el más relevante y el que contiene la mayor cantidad de figuras, y donde se puede ver claramente qué es en realidad lo que se están encontrando los arqueólogos en sus excavaciones: parece increíble que hayan conseguido restaurar tal cantidad de figuras hasta la fecha (al orden de unas 30-40 por año). Cada figura es única, con rasgos faciales distintos y ataviada con los distintos uniformes de los distintos ejércitos. El valor histórico de ésta colección es incalculable. La ingente cantidad de gente que había durante mi visita (previsible al visitar el recinto un sábado, pero es que ¡entre semana trabajaba!) y la nula educación de los chinos en éstas visitas, donde tratan a toda costa de hacerse con un lugar en la primera fila del observatorio para tomar su foto de rigor (ni distancia, ni mascarillas, ni respeto...) terminaron por empañar parcialmente una visita que francamente me había imaginado de otra manera. Pese a todo, obviamente recomiendo la visita, ¡es una obligación si se visita Xi´an!, pero recomiendo hacerla entre semana, si tienes la oportunidad, y posiblemente en turno de tarde, que habrá menos gente, para poder disfrutar la experiencia a tu ritmo, sin cientos de chinos tratando de colarse para ocupar tu lugar...

















9. El barrio árabe.

       La Torre del Tambor da acceso a una de las zonas más animadas de la ciudad: el barrio árabe. Al comienzo de la calle puedes entrar, a la izquierda, en una especie de bazar, una encrucijada de callejuelas cubiertas donde se amontonan las tiendas que venden todo tipo de artículos y recuerdos. Si quieres comprar algún recuerdo de tu viaje, éste es sin duda el lugar en el que encontrarás los mejores precios, y en algunas tiendas, incluso a precio fijo, sin necesidad de regatear (cada vez me gusta menos lo del regateo, ¡huyo de ésta práctica como de los taxistas!). El resto de las calles (básicamente dos calles perpendiculares) están ocupadas por puestos de comida, tanto para llevar como restaurantes, con todo tipo de especialidades culinarias locales, salpicadas por alguna tienda de recuerdos y artículos tradicionales. Es uno de esos lugares que tienes que visitar sí o sí: el ambiente, la animación, los neones...todo ayuda a crear una atmósfera muy particular, más si consideramos que aún estamos en plena pandemia (aunque parece no ir con los chinos...). 







10. Disfruta con la gastronomía local y la cultura de la comida en la calle.

      Si hay algo que caracteriza Xi´an, es su cultura de comida en la calle; el barrio árabe es sólo la punta del iceberg de ésta cultura, muy conocida entre el turismo Chino, pero no tanto para los occidentales. La gastronomía local difiere bastante de lo que te puedes encontrar en otras regiones de China, y aquí la cultura de comer por la calle, bien andando o en locales habilitados para tal efecto, es una religión más que una costumbre. Solo hay un inconveniente: todo, absolutamente todo, está solo en Chino, y la gente cada vez habla menos inglés (algo que llevo constatando año tras año desde mi primera visita a China hace ya casi diez años), así que como no tengas un traductor a mano, la única opción que te quedará es elegir un local que tenga al menos fotos de la comida - algo que tampoco ayuda mucho en la mayoría de las ocasiones porque al final no sabrás lo que estás comiendo. Un consejo: evita los huevos negros. Ahí lo dejo. Por lo demás, una experiencia más en todo viaje que se precie: la mayoría de las veces no sabrás exactamente qué estás comiendo (como me sucedió a mí), pero al final lo importante es que te guste, y yo desde luego di con unos cuantos lugares que ya tengo grabados para volver a repetir en futuras visitas.









      Y hasta aquí cuanto dio de sí mi primera visita a ésta ciudad China, a la que espero sigan unas cuantas más en los años sucesivos una vez que consigamos superar la situación actual, visitas que aprovecharé para explorar más a fondo ésta región del gigante asiático para llevar hasta ti mis experiencias. ¡Hasta pronto!.
 

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