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Después de mi primera visita a Doha, allá por el año 2017, escribí una pequeña reseña sobre la ciudad, que me sorprendió favorablemente (tal vez por mi desconocimiento previo de la capital de éste pequeño pero poderoso país árabe - puedes leer esa nota AQUÍ). Desde entonces, he visitado la capital del emirato Qatarí unas cuantas veces (por fortuna), con un parón forzado en el año 2020, pero a finales de 2021 la situación mejoró (al menos las posibilidades de viajar a ciertos países de la zona) y me embarqué en un viaje de varias semanas en Qatar (había mucho trabajo que hacer después de todo un año sin viajar allí), estancia larga que aproveché para descubrir un poco más el país y lo que ofrece más allá del zoco Waqif y el luminoso distrito financiero de la ciudad.
El zoco Waqif es el innegable epicentro de toda la actividad turística (quienes viven allí dicen que nunca visitan el zoco porque es para los turistas, pero la verdad es que se ven muchos árabes por allí...), una visita imprescindible si se visita la ciudad. Y si hay escasez de tiempo, la otra visita que no puede faltar es el Corniche, el paseo que discurre paralelo al borde de la bahía que conduce hasta el distrito financiero, en continua expansión (más ahora que el país ha puesto toda la carne en el asador para estar listo para el mundial de fútbol del año que viene) y que ofrece la imagen más icónica del país, una imagen de apertura y modernidad donde todo está pensado hasta el más mínimo detalle. El máximo exponente de la "nueva" Doha es el museo Nacional de Qatar, un edificio de formas ovaladas imposibles que sin duda no deja indiferente a nadie.
Y de Venecia, nos vamos al desierto. Porque si hay algo que abunda en Qatar, es desierto. La mayor parte del país es desierto, pero la zona que más frecuentan tanto turistas como locales es la zona del mar interior que hace de frontera natural con Arabia Saudí, una zona donde se puede navegar entre doradas dunas de arena contemplando el reflejo del sol sobre el mar, pasear por un mar interior de sal o disfrutar de la fauna local mientras la cálida arena masajea tus pies desnudos (imagino que en Agosto la sensación no será tan placentera, pero en Diciembre fue una gozada).
Si quieres leer la historia completa de éste variado viaje por Qatar, te invito a que la descubras a través del menú de páginas situado a la derecha (si accedes mediante la versión web), pinchando AQUÍ o haciendo click en el siguiente enlace:
Doha, entre el mar y el desierto
Disfruta del viaje, porque seguro que Qatar te sorprende, y nos vemos pronto, ¡espero!.