Cochem, como salido de un cuento de hadas

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      El primer fin de semana de Noviembre vino acompañado de un tiempo impropio de éstas fechas en éstas latitudes, y no dudé en lanzarme a la carretera para re-descubrir Cochem, un bonito pueblo situado en la ribera del río Mosela, que ya había visitado hace muchos años, y que tenía ganas de volver a visitar para verlo con otros ojos, los ojos de un viajero que no ha podido cumplir sus numerosos sueños viajeros en un año aciago para dichos propósitos. Y con días como aquel, personalmente no me hubiera perdonado quedarme en casa - ¡ya he estado mucho en casa este año!. 

       La región del Mosela es una zona vinícola muy reconocida en Alemania y obvia decir que Cochem es un destino muy turístico en la región, con una amplia oferta hotelera y de restauración; visitar la localidad en medio de la pandemia tiene sus ventajas (ausencia prácticamente total de visitantes) y sus inconvenientes, ya que, por difícil de creer que parezca, me fue imposible encontrar un restaurante abierto para comer algo (aunque fuera de comida para llevar, ya que en Alemania en la fecha de la visita los restaurantes solo podían ofrecer comida para llevar, y se ve que en Cochem optaron por ni tan siquiera abrir). De cualquier modo, disfruté mucho de una nueva escapada a un lugar precioso; ¿te animas a recorrerlo conmigo? Pues acompáñame en éste breve recorrido en imágenes por la pintoresca localidad de Cochem. 

      Cochem ha crecido paralelo a la orilla del río Mosela; un paseo por la orilla es una manera excelente de comenzar una visita a la localidad, así como una buena aproximación a su pasado medieval, ya que hay numerosos vestigios de aquella época, bien sean en forma de restos de murallas o como puertas de acceso a la antigua ciudad; la mayor de éstas data del año 1332 y se sitúa al norte de la ciudad. La importancia que el cultivo de la vid tiene en ésta región queda también patente a lo largo de éste paseo, lleno de rincones de lo más fotogénicos.  

 

        La joya de la corona es el castillo medieval de Reichsburg, que data del S.XI y que se ubica a más de 100 metros por encima del río Mosela. El castillo actual es una reconstrucción del S. XIX, un castillo que parece sacado de un cuento de hadas, con sus características almenas rectangulares y su aire de castillo de princesas; el castillo domina toda la población, y las vistas que se tienen desde el mirador que se ubica a la entrada son absolutamente preciosas. Si a la belleza del entorno se le añade el brillo especial que el sol le da al otoño y la ausencia de transporte fluvial - lo que hace que el río Mosela se comporte como un espejo, ¡asombroso tratándose de un río y de éstas dimensiones! - el resultado es simplemente espectacular. 

       Y si el castillo Reichsburg es la joya, la corona es la Marktplatz (la plaza del mercado), una preciosísima plaza donde se encuentra el edificio del ayuntamiento y numerosas casas tradicionales, con los entramados de madera visibles. La torre de la iglesia de San Martín destaca al fondo de la plaza (el interior de la iglesia la verdad es que no ofrece mucho), una plaza cuyo centro ocupa la fuente de San Martín. Una plaza que seguramente haya tenido (y confío que pronto vuelva a tener) mucha más actividad que la actual, y es que si bien es de agradecer la ausencia de turistas y terrazas para poder disfrutar de la belleza del entorno, también es cierto que se echa de menos la actividad y el bullicio propio de éstas plazas, y por qué no decirlo, poder disfrutar de una cervecita sentado en una terraza en un marco tan singular. Sin duda, una de las plazas más bonitas de todas cuantas he podido ver en mis viajes y excursiones por Alemania, y a donde seguramente regresaré en primavera, si hay ocasión. 

      Y para completar éste pequeño recorrido en imágenes por la pintoresca localidad de Cochem, nada mejor que subir hasta al monasterio de los Capuchinos, para tener una perspectiva diferente de la localidad sobre los tejados, o atravesar el puente sobre el río Mosela para poder contemplar la belleza de la ribera del río, con el omnipresente castillo Reichsburg atrayendo todas las miradas y actuando como guardián silencioso de Cochem; una visita más que recomendable si visitas la zona. ¡Hasta pronto!.