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"¡Saludos desde la isla del volcán!" Estas palabras, leídas en un correo tan solo una semana después de regresar de mi periplo por China, hicieron que mi cerebro se activara, y a partir de ese momento sabía que no habría vuelta atrás. La frase no dejaba de resonar en mi cabeza mientras paseaba por la orilla del Rhin de regreso a casa..."¿y por qué no?", me decía a mi mismo una y otra vez. Recuerdo que al llegar a casa tanteé la posibilidad de viajar casi de inmediato con M aprovechando el inminente parón vacacional de Semana Santa, pero las restricciones de entrada en el país nórdico (5 días de cuarentena para los no "bendecidos" con una vacuna contra la Covid en aquellas fechas) dieron al traste con los planes improvisados de viaje...al menos con M. Pero en mi interior yo ya sabía que iría (después de haber superado con éxito una cuarentena a la China tres veces más larga, ¡5 días en Islandia no me iban a privar de asistir a un espectáculo natural que posiblemente no vuelta a tener la oportunidad de disfrutar de nuevo en la vida!); tanteé a mi hermana y mi cuñado, siempre dispuestos a viajar, pero tampoco cuajó la propuesta. Pero para mí ya no había opción, y a pesar de lo prematuro del viaje y del elevado coste de un viaje a Islandia organizado con menos de una semana de antelación, sabía que no me perdonaría desaprovechar una ocasión así. Y de ésta manera, totalmente improvisada, me encontré buscando vuelo, alojamiento y coche de alquiler para lanzarme a la aventura en busca de hacer realidad otro sueño: disfrutar de un volcán activo. Y todo empezó con una, en apariencia, intrascendente frase en el cierre de un correo profesional recibido de una compañía con base en Islandia. Carpe Diem.
Con el volcán activo como excusa (y como principal destino de mis escapadas en Islandia), me escapé diez días a mi isla favorita en Abril, y alguno menos de nuevo en Junio (pero en esta ocasión el viaje fue combinado con motivos profesionales), tiempo más que suficiente para explorar el Oeste y Sur de la isla, que han sido mis objetivos en estos dos viajes casi consecutivos a la isla. Muchos fueron los puntos de interés que quedaron pendientes en anteriores visitas, y muchos los que siguen esperando ser descubiertos en una futura visita (y otros tantos los destinos de la zona que espero poder volver a visitar en el corto/medio plazo). Y es que Islandia no se visita, se vive. Y en éstos tiempos difíciles, la experiencia supo aún mejor. Porque...a ver, ¿en qué destino puedes visitar tantas cosas distintas y únicas, vivir la fuerza y la belleza de la naturaleza y sentir sensaciones únicas en la vida? Ya sabes la respuesta...que quieres visitar volcanes, los tienes. Glaciares en los que caminar por horas sin encontrarte con nadie...pues también puedes hacerlo. Paisajes increíbles como sacados de otro planeta...también los tienes. Infinitas playas desiertas de arena negra...¡las tienes! Cataratas de todos los tamaños y formas...pues ¡sí! ¡también!. Restos de naufragios de barcos y aviones accidentados...ya sabes. Y por si todo esto no fuera poco...¡es que con un poco de suerte también puedes ver auroras! Y ahí ya si que no hay nada más que decir.
¿Un sueño, verdad? ¡Pues tú también puedes vivirlo! Si tienes la oportunidad, embárcate en un viaje en cuanto puedas, y si no tienes esa fortuna, te invito a que me acompañes en mi recorrido; abróchate el cinturón y coge bebida y palomitas para acompañarme en este viaje virtual por el Sur y Oeste de Islandia en el que te mostraré muchas imágenes de lo que ésta región de la isla ofrece y te contaré algunas curiosidades de mis viajes. Si quieres acceder a la crónica completa de los viajes (¡¡2 x 1!! la primera parte está centrada en el volcán, y la segunda en el resto de los muchos atractivos de ésta parte de la isla) puedes hacerlo a través del menú de páginas situado a la derecha (si accedes mediante la versión web), pinchando en el enlace AQUÍ para la 1ª parte - volcán o AQUÍ para la 2ª parte, o a través de los siguientes enlaces (para todos los dispositivos móviles):
Islandia - Parte 1: Snaefellsness y el volcán
Espero que disfrutes del viaje al menos un 10% de lo que yo lo hice...¡y ya sería una experiencia excepcional!. ¡Hasta pronto!