El
país bañado por el que hasta hace pocos años era considerado, con sus 6700Km, el río más largo del mundo, y que merced a recientes estudios ha sido
relegado a la segunda posición de tan particular ránking - por detrás del
Amazonas -, ha sido el destino del viaje de Semana Santa de éste año 2017. El
destino elegido fue la tierra de los faraones, de las construcciones imposibles
y de los misterios que las rodean, un país con una historia tan única como
fascinante. Después de considerar de nuevo la posibilidad de viajar al lejano
oriente (¡esa opción está siempre presente!), M y yo decidimos darnos un respiro y elegir un destino más cercano
donde pudiéramos pasar unos días de auténticas vacaciones, tratando de
compensar el frenético ritmo con el que ha arrancado 2017 (y con el que
prometía continuar), y de entre las opciones que barajamos y que se encontraban
a pocas horas de vuelo nos decantamos por Egipto, un destino que combina a la perfección turismo cultural y de descanso,
y que siempre ha estado en mi lista de prioridades, pero que como suele
suceder, por unas razones u otras, no encontraba su momento.
En nuestro viaje de dos semanas por tierras egipcias visitamos las siguientes localidades:
El Cairo - Giza - Abu
Simbel - Aswan - Kom Ombo - Edfu - Esna - Luxor - Hurghada
Un viaje muy completo, con
una primera semana en la que nos sumergimos de lleno en la fascinante historia
del país, con un fantástico recorrido por el Nilo que nos
permitió conocer de cerca la arteria que otorga vida a éstas áridas tierras, y
una segunda mitad más lúdica en la que nos volvimos a sumergir, pero esta vez
en las templadas aguas del mar Rojo.
Si quieres conocer los
detalles de éste nuevo viaje, te invito a que me acompañes. Puedes acceder a la
crónica completa del viaje a través del menú de páginas situado a la derecha
(sólo para ordenadores portátiles) o a través del siguiente enlace (para todos
los dispositivos):
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