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miércoles, 1 de abril de 2020

Un recorrido alternativo por Singapur: templos y reserva de MacRitchie.


     
       Singapur se está convirtiendo, si no lo era ya, en uno de mis destinos favoritos en Asia: la ciudad presenta multitud de atractivos que bien merecen una (o varias) visitas para poder disfrutar de todos ellos. Singapur es una ciudad moderna, limpia y organizada, pero también conserva algunos rincones tradicionales, barrios étnicos y bosques ancestrales. Una ciudad de contrastes, donde la vida se vive de una forma mucho más pausada a como se hace en  muchos de los países que lo rodean. La zona de la marina cobra todo el protagonismo en una ciudad que no puede evitar mirar hacia el mar, aquel al que debe su razón de ser y el mismo que limita su crecimiento; la belleza de las vistas de la ciudad desde esta zona no tiene parangón. Con el Marina Bay como referente arquitectónico y símbolo mundialmente conocido de la ciudad, el hotel ofrece también algunas de las mejores vistas de la ciudad del Merlion desde sus miradores situados en la planta 57 de las torres 1 y 3. Hasta aquí nada nuevo o diferente de lo que ya te he contado en la entradas anteriores sobre esta fascinante ciudad. La fortuna de mi trabajo es que me permite regresar de forma más o menos frecuente a los mismos destinos, lo que me permite descubrir nuevas zonas o aspectos de la ciudad que pudieron quedar olvidados en visitas anteriores. 







       Sin dar la espalda al Singapur más conocido (¡no se me ocurriría!), aquel que todo viajero debe descubrir en su primera visita a la isla, en ésta ocasión me lancé a descubrir un puñado de templos (en su mayoría budistas), alejados del circuito turístico y por lo tanto del centro de la ciudad. Me he dejado seducir por la simplicidad de algunos de ellos, me he asombrado ante la majestuosidad y grandeza del mayor templo budista del país, y he disfrutado de la espiritualidad de monasterios dedicados a la oración y al culto, transitados solo por fieles y monjes locales. Una experiencia única que parece trasladarte a otros rincones del planeta, como TailandiaMyanmar o Sri Lanka








      Si te adentras en la crónica completa del viaje, descubrirás también un pequeño tesoro natural al que se accede fácilmente en metro desde el centro de la ciudad, la reserva MacRitchie, un remanso de paz y tranquilidad, con numerosos senderos que discurren por bellos parajes naturales y bosques autóctonos poblados por especies endémicas. Una actividad para pasar un día distinto, alejado del glamour del centro de la ciudad. 




      Y por si Singapur no tuviera ya suficientes alicientes, desde el año pasado el aeropuerto cuenta con una nueva "joya", the jewel, un espectacular centro comercial anexo a la terminal 1 del aeropuerto que cuenta en su parte central con un exuberante jardín tropical y una catarata de 40 metros de altura, la mayor del mundo en su categoría. Una verdadera belleza que no puedes dejar de visitar, ya que al estar situado en el mismo aeropuerto ¡no hay excusa que valga!.




     Como de costumbre, te invito a que accedas a la crónica completa del viaje a través del menú de páginas situado a la derecha (si accedes a través de Pc), haciendo "click" AQUÍ, o en el siguiente enlace:


      Espero que nos podamos volver a encontrar pronto en este espacio, tan pronto como la crisis de salud actual quede atrás (espero que más pronto que tarde, por el bien de todos) y pueda retomar mi agenda viajera, para poder seguir llevando hasta ti los rincones que visito y descubro en mis viajes. Un parón forzoso y obligado, de duración indefinida, por desgracia. Mientras tanto, disfruta del viaje a Singapur, ¡buen viaje y a cuidarse todos!.