Mi primera incursión en Oriente Medio tuvo a Israel y Jordania como testigos de mis andanzas por aquellas tierras. Confirmada la necesidad de viajar a Israel por motivos profesionales, y toda vez que el destino no estaba en mi lista de favoritos por visitar, decidí extender el viaje y escaparme a Jordania para poder disfrutar de uno de esos lugares únicos, mágicos, que definitivamente sí estaba en mi lista de lugares por visitar: Petra.
Las calles de Jaffa |
Pero una vez allí, tampoco iba a desaprovechar la oportunidad de conocer Tel Aviv, el destino de mi viaje de trabajo. La capital Israelí me decepcionó profundamente en cuanto a la imagen y aspecto que ofrece al viajero. Bien es cierto que no tuve tiempo de
profundizar lo suficiente en todo lo que la ciudad puede ofrecer, pero con la excepción del Promenade (paseo marítimo), que aglutina buena parte de la oferta turística y de ocio de la ciudad, con Jaffa como lugar de referencia, la imagen que ofrece el resto
de la ciudad es la de una ciudad vieja, obsoleta, descuidada y en proceso de transformación, una imagen que dista mucho de la imagen que tenia de Israel antes de mi viaje, la imagen de un país moderno y económicamente desarrollado. La ciudad ofrece no obstante
un puñado de sitios interesantes que descubrir, y como no, la posibilidad de viajar a la cercana Jerusalén, visita que no estaba en la agenda de viaje pero que acabó sucediendo. Una visita breve, eso sí, pero suficiente para hacerme una idea de las
maravillas que encierra la ciudad, la mayor por población del país, uno de los destinos de turismo religioso por excelencia, que también sirvió para dejar evidente, por qué no reconocerlo, mi profundo desconocimiento de las principales religiones monoteístas
y de los vínculos que en ésta región se establecen entre ellas, una región que es un autentico polvorín, una encrucijada de religiones y culturas que amenaza con estallar en cualquier momento.
Paseo marítimo de Tel Aviv |
Jaffa, desde el malecón |
El muro de las lamentaciones, Jerusalén |
La ciudad rojiza-rosada oculta en las montañas Jordanas fue el principal destino de mi viaje, un viaje organizado por libre, como de costumbre, viajando desde Tel Aviv hasta Wadi Musa, la puerta de acceso a la ciudad secreta de Petra, viaje no
exento de dificultades y contratiempos (como cada vez que se hace un viaje por libre en un entorno que no sea Europeo o Americano), pero muy reconfortante. Bien es cierto que con la información que he recopilado durante el viaje y con lo vivido, si tuviera
que organizar el viaje hoy lo haría de otra forma (posiblemente viajaría a través de Amman, en lugar de Aqaba, al borde del mar rojo, ya que ofrece muchas mejores comunicaciones con Wadi Musa)
Mezquita Al-Sharif Al-Hussein bin Ali, en Aqaba |
Petra, ciudad fundada por los nabateos hace más de 2000 años, figura por méritos propios en la lista de lugares considerados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Una visita que no defraudó en absoluto y que me ofreció multitud de experiencias
y sensaciones, un territorio inhóspito que ofrece, al margen del circuito turístico tradicional que puede completarse en 4 ó 5 horas, multitud de oportunidades para descubrir por uno mismo el terreno, una ocasión para sentirse como un autentico explorador.
Todo asombra en Petra, una ciudad excavada en la roca, en medio de un paisaje desértico hipnótico. Las altas temperaturas en la zona en Agosto no supusieron un freno para descubrir, mochila repleta de agua y cámara en mano, algunos de los secretos que la ciudad del desierto ofrece. Un viaje al pasado, a los orígenes de una de esas civilizaciones que durante años permanecieron olvidadas, como si nunca hubieran existido, y que fue redescubierta hace tan solo 200 años de la mano de un viajero suizo.
¡Pero el viaje dio mucho más de sí! esto ha sido solo el aperitivo. Si quieres saber más sobre los secretos ocultos en el desierto Jordano, y sobre mi viaje a Tel Aviv, Petra y Aqaba, te invito a que accedas a la crónica del viaje completa, a la que puedes acceder como de costumbre desde la lista de páginas de la derecha o a través del siguiente enlace:
Espero que disfrutes del recorrido tanto como yo lo he hecho del viaje. Mi próximo viaje, para el que ya estoy preparando las maletas, tendrá al continente africano como escenario, un safari fotográfico por Kenia, otro de esos viajes que a priori promete experiencias y sensaciones únicas. ¡Al regreso os cuento!
Atardecer sobre el mar rojo, Aqaba |