La primavera de 2016 ha sido muy activa; a mediados de marzo me embarqué rumbo a Estados Unidos y Canadá (GMT -4h), y sin tiempo casi para deshacer maletas me subí de nuevo a un avión, esta vez hacia el Este (GMT +8h), para visitar Camboya, hacer una breve parada en Kuala Lumpur y seguir hacia Singapur. Muchos nuevos destinos por descubrir, viajes de los que espero dar buena cuenta a través de éste canal, cuando encuentre tiempo para ello...
De momento la primera entrega de esa serie de viajes se centra en Camboya, una breve (pero muy bien aprovechada) visita de cuatro días para descubrir y aventurarme por los centenarios templos de Angkor, la antigua ciudad real. El viaje no decepcionó en absoluto, y estuvo repleto de sorpresas positivas. Los templos de Angkor habían estado en mi lista de "cosas por hacer" desde hace algún tiempo, y finalmente he podido poner un nuevo tick de "completado" en la lista.
Siem Reap, la localidad camboyana que sirve de acceso a la antigua ciudad real y su zona arqueológica, combina a la perfección ocio y cultura, noche y día; la visita a los distintos templos de la zona arqueológica ocupan la mayor parte del tiempo diurno (la mayor parte de los templos permanecen abiertos de sol a sol - algunos, como Angkor Wat, abre sus puertas antes incluso del amanecer), y por la tarde/noche la ciudad ofrece una buena oferta de ocio para volver a recuperar fuerzas para el día siguiente. Siem Reap ofrece vuelos directos desde Kuala Lumpur, así que cuando surgió la necesidad de viajar a la capital Malasia, no dudé en echar un vistazo a los paraísos a los que podría acceder desde allí en vuelo directo para una breve escapada, y en cuanto apareció Camboya en la lista, la decisión estaba tomada.
Preah Khan |
Además del impresionante Angkor Wat, el complejo religioso más grande del mundo (¡ahí es nada!), la antigua ciudad real conserva un cierto halo de misterio y magia, una gran ciudad venida a menos y castigada por numerosas guerras, pero que ha podido llegar hasta nuestros días para mostrarnos los restos de aquel gran imperio y la grandeza de sus construcciones para asombro y alegría de todos los que hasta allí nos acercamos. Templos centenarios (algunos incluso casi milenarios), en continua lucha por sobrevivir, lucha que libran no sólo contra los hombres sino también contra la naturaleza, que trata de recuperar el terreno que le fue arrebatado, y que ofrece espectaculares e impresionantes imágenes, como en Ta Prohm, el máximo exponente de esta lucha entre las construcciones y la naturaleza, y que, al menos en esta ocasión, parece estar ganando la naturaleza.
Te invito a que me acompañes en esta nueva aventura y te adentres en los misterios de una de las ciudades más importantes del S.XII, tesoros que permanecieron ocultos y olvidados durante un buen puñado de siglos y que hoy se muestran ante nuestros ojos con toda la grandeza con la que el paso del tiempo les ha permitido llegar hasta el S.XXI. Como de costumbre, puedes acceder al reportaje completo en el menú de páginas situado a la derecha o a través del siguiente enlace:
Ponte ropa cómoda (las temperaturas rondan los 36-38º, con una humedad altísima), échate la protección solar y prepárate para descubrir uno (otro más) de los lugares más cautivadores, misteriosos y excepcionales del Sudeste asiático ¡Allá vamos!