En esta ocasión hablo de uno de los países más desarrollados del mundo, comprometido como pocos con la protección del medio ambiente y cuyos habitantes, según los estudios, están entre los más felices y además disfrutan de una de las mejores condiciones de vida a nivel mundial. Pongamos que además, según los mismos estudios, es el país menos corrupto del mundo, uno de los mejores para hacer negocios y el segundo país más seguro del planeta (tan sólo por detrás de Islandia - destino que también visitaré en unos meses) Poniendo todo lo anterior en perspectiva, parece una utopía...pero el país existe. Si además te digo que su territorio está compuesto por más de 400 islas, es probable que pienses que hablo de Japón. Pero si te digo que su punto más elevado se encuentra a tan sólo 173m sobre el nivel del mar (vaya, no va a ser Japón...el Fuji creo que sobrepasa ésta altura ligeramente) y que se encuentra en el viejo continente...solamente puede tratarse de Dinamarca. El que suscribe, Español expatriado al oeste de Alemania, no puede más que sentir envidia de semejante paraíso, un país que cuida como pocos a sus ciudadanos, aunque para ser fieles a la verdad también hay que decir que éstos soportan una de las mayores presiones impositivas del mundo (aunque los salarios medios van acordes con dichos impuestos, rozando los 55.000€/año...)
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El parque del Tivoli, el parque de atracciones más antiguo del mundo |
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Esta plaza ya no existe...se la han comido las obras del metro... |
Dinamarca es un país que enamora, hechiza y engancha. Lo hizo la primera vez que lo visité hace ya unos años y lo sigue haciendo cada vez que tengo la fortuna de regresar. Copenhague, punta de la lanza de la cultura y esencia danesa, se encuentra entre mis ciudades favoritas de cuantas he visitado a nivel mundial, una ciudad que te recomiendo que visites y que vivas, si no lo has hecho aún, porque tiene muchísimo que ofrecer - aunque también te digo que si has esperado hasta ahora para conocerla, mejor que esperes un poco más; el motivo son las obras de metro que se están llevando a cabo en el centro de la ciudad y que deslucen bastante muchos de sus rincones más representativos, como toda obra (final estimado en Julio de 2019) Una de esas ciudades que hay que conocer a pie de calle (como la mayoría, desde mi punto de vista) Descubrirás el encanto y la belleza del parque de atracciones más antiguo del mundo, el Tívoli, junto a la animada plaza del ayuntamiento, vivirás el animado ambiente del canal de Nyhavn, una de las zonas más hermosas de la ciudad, podrás descubrir los numerosos Palacios de su centro histórico a golpe de pedal y acabarás rendido a los encantos y el embrujo de una sirena situada sobre una roca con la mirada perdida en el mar, homenaje de la ciudad y de Carl Jacobsen (fundador de la cerveza Carlsberg, otro de los símbolos daneses) a su ciudadano más famoso, Hans Christian Andersen, autor de cuentos infantiles, el de la sirenita entre otros.
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Odense, ciudad natal de H.C. Andersen |
Pero Dinamarca no es sólo Copenhague (aunque Copenhague es única); sin poder hacerle sombra a la capital danesa en ningún aspecto, hay otras ciudades que merece la pena mencionar: Odense, la ciudad natal de H.C. Andersen y cuya huella es patente en cada rincón en la tercera ciudad en importancia de Dinamarca, o Helsingør, la ciudad de Hamlet, bien merecen una visita (aunque sea breve) Otro de esos rincones que merece la pena visitar es Roskilde, localidad de apenas 50.000 habitantes que se encuentra a media hora de Copenhague. Durante los últimos cinco años y medio he tenido la fortuna de poder visitar esta región al menos dos veces al año; como todo en la vida, esta etapa llega a su fin y ante la más que probable ausencia de viajes a este país de ensueño en el futuro, he decidido escribir esta pequeña reseña sobre Roskilde, con el fin de poder mostrar y dar a conocer los encantos (pocos, pero buenos) de una ciudad que no goza de la bendición (o maldición...) del turismo de masas.
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El animado canal de Nyhavn |
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La ópera de Copenhague |
Roskilde es fácilmente accesible desde la estación central de trenes de Copenhague en poco más de media hora. Es una población pequeña, cuya visita no te llevará más de un día completo, así que si tienes tiempo puedes ir y volver desde Copenhague en el día. Roskilde es una ciudad residencial, pero tiene tres visitas que, a mi juicio, son imprescindibles:
- La Catedral, declarada patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, se alza orgullosa y altiva sobre el perfil de la ciudad, con sus dos torres puntiagudas apuntando al cielo. Alberga cerca de cuatro decenas de tumbas reales en su interior, una cifra que no encuentra réplica en ninguna otra iglesia a nivel mundial. Abierta de 9 a 6 de la tarde durante la temporada estival (de 10 a 4 en invierno), su interior acoge numerosas muestras culturales, como conciertos instrumentales y exposiciones.
- Roskilde es la capital vikinga por excelencia, y su museo vikingo, en la zona del puerto (St. Jørgensberg) es una visita obligada. El museo acoge cinco barcos vikingos originales, con cerca de 1000 años de antigüedad, que se hallaron en una excavación en los fiordos de la zona en 1962. La exposición exterior, abierta al público, muestra réplicas de barcos originales (en los que en la temporada de verano puedes incluso navegar) y desvela los secretos de estas embarcaciones, que se construyen siguiendo los métodos tradicionales (y empleando herramientas de la época) a la vista de todos, ¡una experiencia asombrosa! La zona del puerto en la que se encuentra enclavado el museo vikingo, es mi zona favorita de Roskilde, tanto en verano como durante el gélido invierno.
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En invierno, navegar por los fiordos puede resultar complicado... |
Si visitas la ciudad en verano y puedes elegir, te recomiendo que lo hagas un jueves: ese día, entre los meses de abril y septiembre y entre las 6-9 de la tarde, podrás ver desfilar cientos de coches clásicos y de época, en perfecto estado de conservación; sus orgullosos dueños estarán encantados de contarte las virtudes y mejoras introducidas en éstas máquinas únicas, auténticas joyas sobre ruedas que se dejan ver semanalmente en una concentración que comenzó de forma improvisada hace tan sólo diez años. Un museo al aire libre y de entrada gratuita.
- Recorre los fiordos en una pequeña embarcación desde el pequeño barrio pesquero de St. Jørgensberg. La belleza del entorno natural bien merece una visita (¡pero no esperes nada similar a los fiordos noruegos!)
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La Catedral de Roskilde, desde el puerto de acceso a los fiordos |
Para finalizar, si tienes hambre, además de los famosos smørrebrød (o bocadillos abiertos, elaborados sobre una rebanada de pan negro con todo tipo de condimentos por encima), te recomiendo probar las costillas del restaurante The Rib House, en la calle Algade: saborearás las mejores costillas que he probado nunca en un restaurante ambientado de forma tradicional, un punto de encuentro imprescindible en la ciudad (139 DKK la ración normal, 159 DKK la grande y por 179 DKK come todo lo que te apetezca...¡la ración grande es para campeones!) Y si se te hace tarde y tienes que pasar la noche en Roskilde te recomiendo hacerlo en el hotel Prindsen y Roskilde, situado en pleno centro de la ciudad, un hotel en un edificio tradicional, alejado de los estándares ofrecidos por las grandes cadenas hoteleras que ofrecen habitaciones austeras pero con personalidad propia, en un edificio histórico y con unas opciones de restauración muy correctas.
Disfruta de tu estancia en Dinamarca y vive uno de los mejores destinos que, en mi modesta opinión, puedes encontrar en Europa, indtil næste!
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